De acuerdo con MedlinePlus, el trasplante es un procedimiento que se hace para reemplazar uno de los órganos de una persona con el órgano sano de otra.
“La cirugía es solo una parte de un proceso complejo y prolongado”, afirma el portal, que también hace énfasis en que varios expertos ayudan a los pacientes a prepararse para el procedimiento, y verifican que esté cómodo antes, durante y después la cirugía.
En Colombia, desde enero hasta septiembre de 2021 se registraron, según el Instituto Nacional de Salud (INS), 188 donantes de órganos, 977 donantes de tejidos y se realizaron 660 trasplantes de órganos, 515 con donante cadavérico y 145 con donante vivo. No obstante, para el 30 de septiembre ya se tenía registro de 2.946 pacientes en lista de espera.
A pesar de que la cifra de donaciones y trasplantes ha aumentado en el país, todavía hay muchos pacientes esperando una oportunidad para obtener un órgano que les permita aumentar su tiempo de vida, y es por eso que distintas organizaciones y fundaciones buscan concientizar e incentivar a la ciudadanía sobre la importancia de los donantes de órganos, así como del trabajo de los profesionales de salud en este campo.
¿Cómo garantizar el éxito de un trasplante?
Según la médica Kenny Arciniegas, para mantener la funcionalidad de los órganos trasplantados y evitar que el cuerpo los rechace, es necesario que los pacientes tomen ciertas medidas nutricionales, “procurando una alimentación sana, eliminando hábitos como el alcohol o el cigarrillo y manteniendo una hidratación adecuada, actitud mental positiva y comprometida con los resultados de su trasplante”.
De igual manera, la profesional destaca la importancia de la toma estricta de medicamentos recetados por el médico que atienda al trasplantado, ya que estos son necesarios por el resto de su vida y preservan el órgano trasplantado, disminuyendo la respuesta inmune o del sistema de defensa, que inicialmente lo reconocerá como un cuerpo extraño y tratará de rechazarlo.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, luego de que una persona sale de la cirugía de trasplante, son los coordinadores de estos servicios quienes harán los arreglos para su alta. Ellos hablan con cada paciente sobre los planes para los cuidados en casa y el transporte para las visitas clínicas.
Además, a cada persona deben explicarle cómo cuidarse con su nuevo órgano, y esta información debe incluir el manejo de lo siguiente:
- Medicamentos
- Frecuencia con la que debe visitar al médico
- Actividades diarias que se permiten y las que se le prohíben
Los controles periódicos, según la Biblioteca, se hacen con el equipo de trasplantes, al igual que con el médico de atención primaria y cualquier otro especialista que se pueda recomendar.
Dependiendo del tipo de trasplante y el estado de la persona, uno de los hábitos más frecuentes que deben adquirir quienes son trasplantados es la actividad física, que estimula el organismo, fortalece los músculos y el sistema inmune, y le permite al cuerpo estar en mejores condiciones para aceptar al nuevo órgano.
Alejandra Martin, fundadora y directora general de la Asociación Colombiana de Deportistas Trasplantados (Acodet), afirma que la importancia de hacer ejercicio de forma regular antes y después del trasplante es que esta actividad “impacta de manera positiva en la salud física, mental y emocional del paciente, mejora la capacidad aeróbica y la fuerza muscular, y conduce a una reducción de la morbilidad y la mortalidad, así como a una mejor calidad de vida”.
Además, Marín señala que otras de las ventajas que tiene la actividad física en este tipo de pacientes es la prevención de riesgos cardiovasculares, como obesidad, hipertensión, dislipemias y diabetes. Los beneficios de mantenerse activo van desde los psicológicos hasta los sociales, que además contribuyen a la autoestima y el sueño.
“Mantenerse activo ayuda en el comienzo de la nueva vida después del trasplante. Con disciplina, determinación y compromiso se logra una mayor adherencia al tratamiento, cuidando mejor el órgano trasplantado y logrando una rápida y mejor adaptación al trasplante”, puntualiza.
¿Quién es donante?
A partir de la expedición de la Ley 1895 de 2016, todo colombiano que fallezca se entenderá como donante, salvo que se haya expresado la negativa en vida a través de un notario o la misma EPS, y esto haya sido notificado al INS.
No obstante, en la práctica esta no es una regla estricta, entendiendo la relevancia que tiene la decisión de la familia o seres queridos de quien fallece. Es decir que, pese a la regla vigente, si la familia manifiesta no querer que se realice la donación, los médicos actuarán de manera consecuente con esta decisión.
En caso de donante cadavérico con previo consentimiento, la donación de órganos y tejidos procede una vez se diagnostica la muerte por criterios neurológicos a una persona, para luego realizar una serie de exámenes que determinen la viabilidad de los órganos y tejidos del donante.
En caso de presentarse la muerte por paro cardiorrespiratorio solo se podrán extraer tejidos, y en caso de donante vivo solo se puede donar un órgano par o tejido.
Una vez se determina el donante, se asigna el órgano y/o tejido a una de las personas que están en lista de espera. Este proceso final debe hacerse garantizando la equidad en la asignación, sin discriminación por razones de origen familiar, estrato socioeconómico, sexo, raza ni religión.