La Organización Mundial de la Salud insiste en disminuir la ingesta de azúcares y limitar su consumo en la alimentación diaria. Es importante conocer los tipos que hay.
“Los «azúcares libres» son los monosacáridos (como la glucosa y la fructosa) y los disacáridos (como la sacarosa o azúcar de mesa) que añaden a los alimentos y las bebidas los fabricantes, cocineros y consumidores, así como a los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los zumos (jugos) de frutas y los zumos a base de concentrado”, explica.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos explican que los azúcares añadidos son muy difíciles de identificar debido a que son muchos.
“En una lista de ingredientes, se pueden enumerar como sacarosa (azúcar de mesa), edulcorante de maíz, jarabe de maíz alto en fructosa, concentrados de jugos de frutas, néctares, azúcar en bruto, jarabe de malta, jarabe de arce, edulcorantes de fructosa, fructosa líquida, miel, melaza, dextrosa anhidra u otras palabras que terminan en “osa”, el sufijo químico de los azúcares”, detallan.
En caso de encontrar productos los cuales nombren en su etiqueta alguno de los anteriores hay una probabilidad elevada de que ese alimento tenga contenido elevado de azúcar. Por eso, es importante prestar atención a lo que se compra al realizar el mercado.
Dejar de consumir azúcar puede ser una tarea muy complicada de lograr. En el caso de los niños es importante enseñarle desde temprana edad la importancia de evitar los alimentos dulces e incentivar el gusto por las frutas y las verduras.
“Es importante que los padres expongan a los niños a una variedad de gustos desde el principio, pero dense cuenta de que hacer que un niño coma este tipo de alimentos a menudo requiere de varios intentos”, explica Dr. Andrew Bremer, pediatra y experto del NIH en edulcorantes.
En el caso de los adultos también puede ser un gran reto moderar el consumo de azúcares, ya que están incluidos en la rutina diaria de muchas personas. Los NIH recomiendan enfocar la elección en alimentos integrales, los cuales aportan nutrientes sin azúcares añadidos. Evitar comprar bebidas azucaradas o refrescos y productos para merendar como dulces, galletas, etcétera.
Obesidad
El consumo de bebidas azucaradas es uno de los factores que contribuye al incremento de peso. Con esta condición de salud se aumenta el riesgo de padecer otras afecciones de salud como diabetes, afecciones cardíacas, entre otras.
Según indica el Dr. Douglas Bettcher, Director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la Organización Mundial de la Salud, “la ingesta de azúcares libres, entre ellos los contenidos en productos como las bebidas azucaradas, es uno de los principales factores que está dando lugar a un aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo. Si los gobiernos gravan productos como las bebidas azucaradas pueden evitar el sufrimiento de muchas personas y salvar vidas. Además, se reduciría el gasto sanitario y aumentarían los ingresos fiscales, que se podrían invertir en los servicios de salud”.
La organización señala que la obesidad se ha casi triplicado en el mundo desde 1975. Esta enfermedad se desarrolla debido a la acumulación anormal y excesiva de grasa en el cuerpo. La medida para conocer si una persona tiene sobrepeso u obesidad es el índice de masa corporal, que es una relación entre el peso y la talla. Para hacerlo, se divide el peso de la persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m).
Los expertos diagnostican sobrepeso en los adultos cuando el índice de masa corporal es igual o superior a 25 y obesidad, cuando es igual o superior a 30. Cabe resaltar que aunque no hay peso ideal y perfecto para cada persona, la medicina recomienda estar dentro de los rangos normales, los cuales significan un peso saludable.