Los ronquidos son el sonido ronco o fuerte que se produce cuando el aire pasa por los tejidos relajados de la garganta y hace que estos vibren mientras se respira. Expertos estiman que casi todas las personas roncan de vez en cuando.
No obstante, para algunos el ronquido puede ser un problema crónico e incluso llega a indicar una enfermedad grave. Esto sin olvidar que los ronquidos pueden ser una molestia para su pareja, reseña Mayo Clinic.
“Para diagnosticar el trastorno, el médico revisará los signos y síntomas que presentas, y tu historia clínica. Es posible que el médico también haga un examen físico. El médico puede preguntar a tu pareja cuándo y cómo roncas para poder evaluar la gravedad del problema. Si tu hijo ronca, te preguntarán sobre la gravedad de sus ronquidos”, explicó la entidad acerca de las maneras para diagnosticar los ronquidos, siendo las más comunes a través de imágenes y el estudio del sueño.
De acuerdo con la entidad sin ánimo de lucro, algunos cambios en el estilo de vida, tales como bajar de peso, dormir de costado, tratar la congestión nasal, evitar la falta de sueño o evitar el consumo de bebidas alcohólicas antes de ir a dormir pueden ayudar a las personas a dejar de roncar. No está de más mencionar que hay diferentes dispositivos médicos que también ayudan con este propósito, pero es necesario consultar a su médico de cabecera previo a su uso, pues no son adecuados o necesarios para todas las personas que roncan.
Ante esto, el portal Heraldo USA dio a conocer ocho hábitos que pueden ayudar a disminuir los ronquidos mientras se duerme.
Controlar el sobrepeso: Los ronquidos se pueden causar por exceso de peso alrededor del cuello, pues hace colapsar las vías respiratorias mientras se duerme.
Dormir en una posición diferente: Si se duerme boca arriba, hay mayor probabilidad de que sean obstruidas las vías respiratorias. Adicionalmente, el portal recomienda que una almohada que mantenga la cabeza y el cuello en una mejor posición, ayudarán con este problema.
Dejar el hábito de fumar tabaco: Si se deja de fumar, sumado a que hay una reducción en la presión arterial y un incremento en los niveles de energía, se puede bajar la constancia de los ronquidos, puesto que mejora la congestión nasal.
Disminuir o dejar de tomar alcohol: Esta bebida puede llevar a que, mientras se está descansando, haya una relajación de los músculos en el sistema respiratorio.
Tomar descongestionante: Esto puede suceder cuando hay resfriado común o una infección de los senos nasales, por lo que estos productos, pueden reducirlos.
Si se trata de un caso crónico, se puede recurrir a esteroides intranasales en spray, aunque es importante consultar al médico antes de llevar a cabo cualquiera de estos procedimientos.
Colocación de tiras nasales: Estas bandas impulsan a que se queden abiertos los conductos nasales, y en algunos casos llegan a aliviar los ronquidos.
Recurrir a un aparato bucal: Estos funcionan incrementando el tamaño de las vías respiratorias superiores mientras se descansa, al tiempo que adelanta la mandíbula y la lengua.
Cirugía: Cuando el caso es extremo, se extirpa el exceso de tejido blando, y las amígdalas de la garganta. Es importante conocer los riesgos y beneficios de esta opción, y lo recomienda como última posibilidad.