Los riñones y el hígado son órganos que cumplen funciones indispensables para el cuerpo, por ello su cuidado es determinante para que el organismo se conserve saludable. En los primeros comúnmente se presentan piedras que ocasionan molestos dolores, mientras que en el segundo es posible que se desarrolle hígado graso.
Entre las tareas que desempeñan los riñones está filtrar y mantener la sangre libre de productos de desecho provenientes de los alimentos que las personas consumen. También se encargan de eliminar el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales.
El hígado, por su parte, se encarga de digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas. Adicionalmente, depura la sangre y ayuda a expulsar sustancias químicas nocivas, a la vez que produce bilis, que trabaja en la descomposición de las grasas y es útil en la asimilación de vitaminas liposolubles.
Según el Stanford Medicine Children’s Health, el hígado trabaja en la producción de colesterol y proteínas especiales para ayudar a transportar las grasas por todo el cuerpo, entre muchas otras funciones.
Dada su importancia, es clave tomar acciones que garanticen una condición saludable. Lo primero a lo que hay que prestarle atención es la alimentación y a llevar hábitos de vida saludables, evitando el consumo de sustancias tóxicas y licor.
En el marco de una dieta saludable se pueden incluir alimentos que tienen propiedades ideales para la limpieza y depuración de estos órganos. Uno de ellos es la sandía, fruta que se caracteriza por ser rica en agua y que contiene sustancias antioxidantes.
La patilla es rica en vitaminas A y C, además de minerales como hierro, potasio y magnesio; su ingesta continua regula los hábitos de micción, facilita la eliminación de los metales pesados y fortalece el sistema inmunitario para prevenir infecciones.
Una publicación del portal Mejor con Salud, escrita por Daniela Castro, indica que las semillas de esta fruta destacan por su acción diurética y antiinflamatoria que previene las enfermedades del riñón.
En el caso del hígado, Mejor con Salud cita un estudio en el que los investigadores concluyeron que el jugo de esta fruta mejoró el estado antioxidante y ofreció determinada protección contra la lesión oxidativa aguda, inducida por el alcohol en el cerebro y el hígado, de ratones.
Apio
Esta hierba que se utiliza en batidos, ensaladas, sopas y muchas otras recetas es favorable para limpiar tanto los riñones como el hígado. Es una planta rica en agua y antioxidantes que le confieren un poder diurético y alcalinizante, para facilitar la expulsión de los desechos y de cálculos renales.
En cuanto al hígado, el jugo de apio es un aliado para desintoxicarlo y repararlo, con lo que aumenta su producción de bilis y hace que funcione mejor. Esto, a su vez, beneficia la salud digestiva, de acuerdo con información del portal Directo al Paladar, de México.
Acelga
Al igual que otros vegetales verdes, la acelga contiene antioxidantes y nutrientes que apoyan la limpieza del organismo. Contiene vitaminas A y C, y minerales como potasio, calcio, magnesio, hierro y yodo. Es un alimento emoliente, refrescante, digestivo, diurético y nutritivo. Por sus antioxidantes y efecto diurético, este alimento puede ayudar a limpiar el hígado sobrecargado de toxinas y también los riñones.
Arándanos y chía
Los arándanos limpian la grasa acumulada en el hígado, mientras que las semillas de chía impiden que este órgano absorba las impurezas rápidamente, de acuerdo con un artículo de la revista Glamour, de México.
Los arándanos contienen una sustancia llamada pteroestilbeno, la cual es responsable de la mayoría de los efectos benéficos de estas bayas. Además, un estudio realizado en ratas demostró que esta sustancia ayuda a disminuir la fibrosis renal, al inhibir la actividad de ciertas células inmunes, precisa Mejor con Salud.
Uvas
Un estudio publicado en la revista médica World Journal of Gastroenterology determinó que estas frutas son favorables para cuidar y limpiar el hígado. Los análisis determinaron que las uvas, el jugo y las semillas son ricas en antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y prevenir el daño hepático. Además, tienen propiedades diuréticas ideales para desintoxicar y proteger los riñones. Dado que está compuesta en un 80 % de agua, favorece la eliminación de líquidos, exceso de sales minerales y toxinas.