En vacaciones muchas personas hacen todo lo contrario a descansar: no duermen lo suficiente, enferman porque beben y comen de más e incluso se estresan y se tornan ansiosos por la incertidumbre de dejar por unos días sus puestos de trabajo. Todo esto provoca que, al contrario de lograr una temporada de descanso, de regreso a sus labores vuelvan desgastados y más cansados de lo que se fueron. Las vacaciones no son la solución a los problemas, pero son importantes porque se trata de un asunto que tiene que ver con el bienestar, la salud y que se verá traducido en mayor productividad durante el año laboral que se avecina. Para lograr, explica la psicóloga Ana María Pino una semana no es suficiente; “siempre se recomienda que sean mínimo dos o tres semanas para alcanzar los beneficios del descanso”. En ese sentido, los expertos señalan que los primeros días deben estar dedicados a recuperarse psicológica y físicamente del desgaste del año. La segunda semana es para hacer las actividades que se prefieran y, si se da el caso, una tercera semana para organizar lo que viene.Puede leer: Cómo divertirse y aprovechar el tiempo en vacacionesEl primer paso es tratar de planear un poco qué va a hacer durante el receso. Si se trata de descansar, entonces “escoja destinos que le permitan desconectarse de la rutina y no le exijan tanta reserva, ni organización”, recomienda Pino. Si va a permanecer en casa, siempre tenga algo que hacer porque si se queda mirando la televisión todo el tiempo, a parte de estar gastando energía en algo que no lo merece, se va a aburrir fácilmente y va a añorar volver al trabajo pronto. Busque un buen libro y léalo, disfrute del cine, encuéntrese con sus amigos o haga lo que más relajado le permita estar. Lo ideal sería que en estos días se desconecte del todo de su celular y ni prenda el computador, pero esto es un objetivo poco realista. Más bien, limite el uso de las pantallas, “si quiere mantenerse al tanto de la actualidad, pídale a alguien que le resuma lo que está sucediendo o dedique unos pocos minutos en la mañana o en la noche para informarse y después deje el teléfono a un lado”, dice Pino.Le puede interesar: Lo que cuesta haber decidido tarde las vacacionesEstos son los días ideales para dormir todo lo que se necesite. Recuperar esas horas de sueño perdidas es muy beneficioso para la salud, pues “las personas que no duermen suficiente suelen reaccionar con irritabilidad, son desconcentradas, tienden a la depresión y son menos productivas”, asegura Pino. La predisposición a sufrir de condiciones como la diabetes, la hipertensión, el cáncer, la obesidad y problemas de metabolismo, también son consecuencia de no descansar lo suficiente. Por otro lado, la psicóloga explica que, como “el objetivo de las vacaciones es darle descanso al cuerpo y a la mente de las rutinas y las preocupaciones diarias, lo recomendable es que, de acuerdo a las necesidades propias, se cambie de ambiente, se deshagan los horarios y se exploren cosas nuevas”. Por eso, no son recomendables los planes turísticos programados porque lo harán seguir horarios y la idea es descansar de rutinas así. Tampoco es buena idea planear vacaciones con un grupo grande de personas, pues esto acarrea el estrés de ponerlos a todos de acuerdo. Un cambio de ambiente también es necesario. En Japón, el país del karoshi, que es la muerte por el exceso de trabajo, muchos especialistas recomiendan una terapia que han bautizado como “baños de bosque”. Esta se trata de tener más contacto con la naturaleza para eliminar el estrés y entretener a la mente con emociones placenteras, emotivas y empáticas de las  operacionales como las del diario vivir. Deje los problemas en casa que llegará el tiempo para resolverlos y atrévase a comer alimentos distintos a los de la costumbre, haga todo eso que tanto disfruta y no pudo hacer por falta de tiempo.Le sugerimos: Recomendaciones para ser un viajero saludableFinalmente, no es buena idea regresar el día antes de entrar a trabajar. Conviene dejar un par de días antes para organizar lo que haga falta para empezar de nuevo, dormir otro poco y, en general terminar de aprovechar los días que le quedan no haciendo mucho, porque “en vacaciones se trata de vivir sin tiempo, reglas, con pausas, de hacer cosas distintas y disfrutar de cada nueva experiencia que los sentidos están dispuestos a percibir”, concluye la experta.