En el listado de enfermedades que puede sufrir una persona, hay algunas comunes o frecuentes, de las que no puede huir la mayoría de la población, tales como el resfriado o la gripa. Lo mismo sucede con ciertas molestias que todas las personas han experimentado por lo menos una vez en la vida, como la congestión nasal.

Como explica la entidad Mayo Clinic, la famosa ‘nariz tapada’, conocida así por la sensación de obstrucción que se percibe en las fosas nasales, sucede como consecuencia de la inflamación de los tejidos y los vasos sanguíneos de esta parte del cuerpo, generalmente a raíz de un exceso de líquido.

La congestión nasal puede ser bastante molesta, además que dificulta la respiración y genera incomodidad durante el día o a la hora del descanso. El malestar, de acuerdo con la mencionada entidad, puede ser más fuerte en los niños pequeños, debido a que tienden a tener problemas para alimentarse o dormir.

Para tranquilidad de todos, esta afección no es incurable. No obstante se debe prestar atención a la congestión nasal y tratar de aliviarla correctamente, para prevenir que se convierta en un problema para la salud. Y es que, como recuerdan los expertos de Top Doctors, el portal de información médica, la congestión o nariz tapada puede conducir a otras enfermedades como la otitis media (una infección del oído), la sinusitis y trastornos del sueño.

Una buena hidratación también recomiendan los expertos para eliminar la congestión nasal. Foto: GettyImages. | Foto: Foto: GettyImages.

¿Qué causa la congestión nasal?

La inflamación es la característica principal de la congestión nasal y varias enfermedades pueden provocarla. De acuerdo con el mencionado portal de salud Top Doctors, la nariz tapada pueden ser resultado de infecciones por bacterias, virus o alergias.

Según lista el referido portal, algunas de las afecciones asociadas son:

  • Gripe
  • Infección sinusal
  • Alergia
  • Rinitis alérgica o vasomotora
  • Faringitis
  • Resfriado
  • Sinusitis
  • Uso excesivo de gotas o aerosoles nasales

Lo ideal para prevenirlo, en ese sentido, es mantener una limpieza adecuada y hábitos de vida saludables que propicien la salud del sistema inmune, evitando el desarrollo de enfermedades infecciosas, como lo son la gripe y el resfriado.

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¿Se puede tratar en casa?

La congestión nasal es un malestar que, frecuentemente, no genera ningún problema mayor para la salud, lo que no quiere decir que no se debe tratar. Como explica el portal Tua Saúde, esta condición se puede curar en casa, siempre bajo la supervisión médica, sobre todo si implica el consumo de medicamentos.

Asimismo, existen algunas alternativas naturales que pueden ser utilizadas para mejorar la nariz tapada, especialmente por las propiedades de ciertos ingredientes. Una técnica sencilla que entregan desde el referido portal es hacer un lavado nasal con agua y sal.

Para hacerlo se debe poner a calentar un poco de agua, procurando que no quede muy caliente, a la que se debe agregar sal; en su efecto, se puede emplear suero fisiológico. Los expertos del referido portal indican que se debe llenar una jeringa o un tarrito con dispensador para poder hacer el lavado.

Una vez se tenga la solución lista se realizan los siguientes pasos

  • Abrir la boca para poder respirar
  • Inclinar el cuerpo hacia el frente y dejar la cabeza caer un poco hacia el lado, luego ubicar el dispensador en una de las fosas nasales y dejar fluir el líquido hasta que salga por la otra fosa nasal.
  • Es preciso decir que es un truco que puede generar molestia, por lo que se aconseja sobre todo para los adultos.

Otra recomendación es tomar una ducha con agua caliente, ya que el vapor tiende a favorecer la expulsión de mocos, mejorando la congestión nasal. También puede ser idóneo aumentar el consumo de agua, ya que eso permite no solo mantener la hidratación del cuerpo, sino además hacer más fluidas las secreciones, entre ellas el moco.

Una técnica de antaño y que sigue siendo muy popular es realizar inhalación de vapor con eucalipto o solamente con el agua. Consiste en calentar una olleta con agua sin que llegue al punto ebullición, luego - a una distancia prudente - se debe posicionar el rostro sobre la olleta e inhalar el vapor, se sugiere usar una toalla sobre la cabeza.