Actualmente, la artritis idiopática juvenil (AIJ) es una enfermedad reumática crónica que se está presentando con mayor frecuencia en los niños y representa un tema de gran preocupación para los padres debido a que puede generar una discapacidad.
Esta enfermedad se manifiesta en jóvenes menores de 16 años y sus efectos persisten por cerca de seis semanas, pero la detección de esta dolencia no es tan sencillo, por ello es de gran importancia contar con los elementos necesarios para poder identificar esta patología de forma oportuna.
Especialistas indican que en ciertos casos los varones de 10 o 12 años suelen presentar esta artritis, al presentar inflamación en articulaciones, especialmente en los tobillos, rodillas y caderas. Pero en algunos pacientes es clave detectar y controlar la inflamación, especialmente en la columna, pues una atención tardía puede desencadenar en una lesión permanente.
De igual manera, hay mujeres que sufren artritis psoriásica juvenil entre los 2 y 4 años, en estos casos las niñas presentan una seria inflamación en sus dedos junto a dolores en algunas articulaciones.
Por otra parte, médicos especialistas señalan que la rigidez en articulaciones, inflamación, dolor tobillos, muñecas, dedos, codos y rodillas son los síntomas más evidentes de esta enfermedad, por lo tanto, la principal recomendación es acudir al pediatra cuando se presenten dichas molestias en el niño y adolescente.
Esta acción permitirá atender a los síntomas de manera temprana y así tener un diagnóstico preciso sobre el problema que ataca la salud del menor, puesto que se trata de una situación que requiere de un tratamiento y seguimiento continuó para así impedir que la enfermedad genere daños irreversibles a medida que el niño crece.
Pese a que el proceso de diagnóstico de artritis psoriásica juvenil está revestido de cierta complejidad y su detección pude ser demorada, el tratamiento adecuado junto a la implementación de una serie de hábitos saludables pueden contribuir a que el niño se desarrolle de forma adecuada. Impidiendo así que aparezcan complicaciones o lesiones que podrían afectar su vida en escenario personal, social o laboral.
¿Cómo detectar la artritis en las manos?
Según explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la artritis es una dolencia que afecta principalmente al cartílago, el cual protege a la articulación y permite que un movimiento de forma suave.
“Sin la cantidad usual de cartílago, los huesos bajo el cartílago se dañan y se rozan. Esto causa dolor, hinchazón (inflamación) y rigidez”, agrega la Biblioteca.
De hecho, los tipos de artritis que pueden afectar las manos son la osteoartritis (también conocida como artrosis) y la artritis reumatoide. A continuación los síntomas de cada uno:
Síntomas de osteoartritis
- Protuberancias óseas (conocidas como nodos o nódulos) en la articulación media del dedo
- Protuberancias óseas o nodos en la articulación del dedo más cercana a la uña
- Dolor que se presenta con más profundidad debajo de la base del pulgar
- Rigidez, especialmente en la mañana
- Dificultad para agarrar o pellizcar objetos
Síntomas de la artritis reumatoide
- dolor en la muñeca y nudillos de los dedos
- deformidades de la muñeca y dedos que no se enderezan
- ruptura de tendones, la cual afecta la capacidad de los dedos para enderezarse
- fatiga inexplicable
- dolores parecidos a los de la gripe en todo el cuerpo
¿Qué ejercicios pueden aliviar el dolor de artritis en las manos?
Estiramiento del pulgar
- La mano inicia en posición normal, relajada, abierta.
- Luego, doblar el pulgar a través de la palma. Lo ideal es tocar con la punta del pulgar la parte inferior del meñique.
- Repetir el movimiento varias veces con cada mano.
Doblar los nudillos
- La mano debe estar con los dedos derechos y juntos.
- Doblar las articulaciones medias.
- Mover la mano suavemente y volver a la posición inicial.
- Si se puede, realizar varias repeticiones. En caso de que cause dolor no se debe continuar.
Estiramiento de puño
- La mano debe estar ubicada con los dedos juntos y extendidos, como si se fuera a dar la mano, en una superficie plana.
- Cerrar suavemente los dedos y hacer un puño.
- No se debe apretar.
- Volver a la posición inicial suavemente.
- Repetir con cada mano el ejercicio.