Los ligamentos y cartílagos se pueden desgastar con el tiempo y producir dolor, e incluso dificultar la realización de algunos movimientos.

En cuanto a los cartílagos, en concreto, son tejidos conectivos elásticos que revisten las articulaciones y les permiten moverse sin problemas.

Existen tres tipos. Uno es el hialino: el más abundante en el organismo; otro es el fibroso: ubicado en donde se insertan los ligamentos y los tendones, y está también el elástico: presente en la laringe, el oído y la epiglotis, según el portal Mejor con Salud.

La zona más comprometida suele ser la de las rodillas, ya que estas deben soportar todo el peso del cuerpo, aunque también se resienten los hombros, la cadera, las muñecas o los talones.

El cartílago lesionado, inflamado o dañado puede causar síntomas como dolor y limitación del movimiento. También puede conducir a daños articulares y deformidad, según el portal de la Biblioteca de Medicina de EE. UU., Medline Plus.

La zona más comprometida suele ser la de las rodillas, ya que estas deben soportar todo el peso del cuerpo, | Foto: Getty Images

¿Cuál es la mejor vitamina para el dolor de las rodillas?

La glucosamina es uno de los suplementos vitamínicos más populares para proteger a las articulaciones, sobre todo para aliviar el dolor por artrosis o artritis reumatoide.

En concreto, la glucosamina es un compuesto natural que se encarga de proteger al cartílago de las articulaciones, como suplemento. Se extrae de la quintina en caparazones de cangrejos, ostras y camarones para producir comprimidos o cápsulas de sulfato de glucosamina, clorhidrato de glucosamina o N-actilglucosamina, según señala el el portal de salud, Manual MSD.

Su principal función es la recuperación del tejido conectivo después de una lesión, incrementando los niveles de los compuestos que lo forman hasta en un 17 %, mejorando la curación de las lesiones, por lo que se puede decir que tiene un efecto condroprotector

La glucosamina sirve como tratamiento para aliviar el dolor en casos de osteoartritis, artrosis de la rodilla o artritis reumatoide, según la Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales que analiza la eficacia este tipo de tratamientos.

¿Cómo tomarla?

Antes de tomar glucosamina, hay saber que su dosis es personalizada y lo ideal es que sea supervisada. Sin embargo, las investigaciones alrededor de su efectividad se han realizado con dosis de 1.500 mg una vez al día o 500 mg tres veces al día, solo o junto con 400 mg de sulfato de condroitina, 2 o 3 veces al día por máximo 3 años.

La glucosamina se puede tomar en cualquier momento del día, pero lo más recomendable es que sea durante la comida para evitar cualquier tipo de malestar estomacal que pueda causar.

Lo más recomendable es que sea durante la comida para evitar cualquier tipo de malestar estomacal que pueda causar. | Foto: © 2020 Sunyixun/Getty Images

Otras vitaminas para el dolor de rodillas

Hay nutrientes que favorecen la nutrición del hueso, el metabolismo óseo, la protección del cartílago y su mantenimiento. “La vitamina C estimula la producción de colágeno, la vitamina D participa en la síntesis de proteoglicanos y la vitamina E mejora la protección de la matriz del cartílago por el aumento de crecimiento de los condrocitos”, según la Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales.

El selenio, el zinc, el cobre y el manganeso, así como los ácidos grasos poliinsaturados, parecen estar implicados en los procesos de elaboración del colágeno y en la reducción de la inflamación del cartílago.

Algunas de las vitaminas que se consideran beneficiosas para el cartílago son las siguientes:

  • Vitamina C: ayuda a la formación de colágeno.
  • Vitamina D: contribuye a la absorción de calcio.
  • Vitamina E: tiene propiedades antioxidantes.
  • Vitamina K: se cree que juega un papel en la formación de los huesos y el cartílago.
La osteoporosis es una enfemredad que se puede prevenir con una dieta balanceada. | Foto: Getty Images

Los nutrientes que se destacan son las vitaminas D y C, y algunos minerales (calcio, fósforo, magnesio, silicio, azufre).

  • Magnesio: forma parte de las membranas de las células y la estructura ósea. Debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia inhibe la síntesis de vitamina D, necesaria para la correcta mineralización ósea.
  • Calcio y fósforo: complementan la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, pero se ha de mantener un equilibrio, ya que “la abundancia o carencia de uno, afecta a la capacidad de absorber el otro”, dice la médica.
  • Azufre: el azufre se encuentra en el colágeno, elemento que forma tendones, cartílagos y ligamentos.
  • Silicio: participa en la síntesis de elastina y de colágeno, que optimizan la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimula la formación y mineralización ósea.