La demencia es el término con el que se identifica un número grande de síntomas, como el deterioro cognitivo y la pérdida de diferentes habilidades; un tipo de este diagnóstico es el Alzhéimer. Según la Asociación Alzhéimer, esta enfermedad es responsable entre el 60 % y 80 % de los casos de demencia, por lo que se ubica como una de las más comunes.
Según el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el alzhéimer es un trastorno que afecta a más de 6 millones de personas en el país norteamericano, y al parecer, la mayoría de los afectados tendría más de 65 años, por lo que la edad también sería un factor determinante, pero no vinculante, en el desarrollo de este diagnóstico.
“La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo las tareas más sencillas. En la mayoría de las personas con esta enfermedad, los síntomas aparecen por primera vez más tarde en la vida”, explicó la NIA.
Por su parte, la organización estadounidense Mayo Clinic afirma que por el momento no se conocen tratamientos que curen el alzhéimer, o que puedan detener la evolución del trastorno en el cerebro, por lo que los pacientes, en etapas más avanzadas tendrían “complicaciones derivadas de la pérdida grave de la función cerebral (como la deshidratación, la malnutrición o la infección)”, las cuales llegarían a provocar la muerte.
Ante esta situación, se ha establecido algunas rutinas que podrían ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y el desarrollo del trastorno de alzhéimer.
Incluso, se evidenció a través de un estudio de científicos del Hospital Clinic de Barcelona, publicado en The Jama network Journals, que el consumo de frutos secos, así como aceite de oliva extravirgen, podría ayudar a mejorar las funciones cognitivas de los adultos mayores de 60 años, según recoge el diario español El Mundo.
Concluyeron que uno de los ingredientes necesarios para las personas que sufren de estos tipos de diagnósticos son los antioxidantes, que estarían presentes en el aceite extravirgen, además de las grasas vegetales de los frutos secos, como las almendras, nueces y avellanas.
Entre tanto, el medio español Business Insider explicó que un estudio del National Institute on Aging recalcaba los beneficios del ejercicio en la lucha contra el alzhéimer, recomendando ejercicios cardiovasculares y de fuerza.
A reglón seguido, se insistió en que las actividades de relajación que disminuyan el estrés, y procurar tener bajos niveles de este en la vida cotidiana, así como rutinas saludables de sueño ayudan a prevenir el alzhéimer y las enfermedades de deterioro cognitivo, al proteger el cerebro de sobrecargos.
Además de esto, las actividades que estimulen el cerebro también serían de gran ayuda para evitar el alzhéimer, tanto la lectura, como los juegos, los crucigramas, los videojuegos, entre otras actividades para ponerse a pensar.
“Muchas demencias son progresivas, lo que significa que los síntomas comienzan lentamente y empeoran de forma gradual. Si usted o un ser querido experimenta dificultades con la memoria u otros cambios en las habilidades del pensamiento, no lo ignore”, agregó la Asociación de Alzhéimer haciendo un llamado a la ciudadanía para que tome acciones tempranas contra este diagnóstico.