Planear un viaje lleva tiempo y trabajo, no es algo que se decida de la noche a la mañana, pues implica contemplar muchas variables como el presupuesto, las actividades a realizar, el tiempo que se va a gastar en él y, lo más importante, el destino.
Es aquí donde comienza todo. La pregunta, ¿dónde quiero ir?, es la que detona todo y la que le permite a la mente comenzar a volar explorando lugares que siempre se han querido visitar.
Después de un rato de imaginación, ya con papel y lápiz en mano, es que los viajeros comienzan a indagar sobre las verdaderas posibilidades que tiene de visitar los destinos que aparecen en la baraja de ofertas, contemplando algunas variables que terminarán por inclinar la balanza por uno de ellos.
Trucos para escoger un buen destino para ir de vacaciones
No es una tarea fácil y se debe elegir con tiempo, pues esto permitirá ahorrar dinero y minimizar los riesgos de cualquier contratiempo o eventualidad que pueda afectar el viaje; acá algunos consejos para tener en cuenta y escoger el mejor destino.
¿Para qué quiere viajar?
Esto es clave y ayuda a segmentar los cientos de destinos; es clave tener claro la finalidad del viaje. Si bien es plan de vacaciones, hay diferentes finalidades que se deben tener en cuenta.
Si se busca un viaje de descanso en el que no quiera salir del hotel en todo el día y tener atención las 24 horas, seguramente las necesidades serán diferentes a si lo que quiere es visitar lugares famosos y conocidos o si prefiere el turismo de aventura; es por esto que la finalidad del viaje debe ser el punto de partida para comenzar a definirse por una playa paradisiaca con hoteles de lujo, por un hostal en medio de una montaña con cascadas y nevados o por un hotel en el centro de una ciudad donde pueda acceder fácilmente a museos, plazas y lugares históricos.
Todo esto termina influyendo, directamente, en el presupuesto destinado para el viaje.
¿Un viaje largo o corto?
Si se cuenta con el periodo de vacaciones es corto o largo, también influirá en la decisión final sobre el destino; se debe contemplar el tiempo de viaje o desplazamiento, pues si solo se cuentan con cinco días de descanso, no vale la pena gastar uno o más en trayecto de más de 5 horas, pues será tiempo perdido que restará días de descanso.
Por esta razón, es conveniente revisar esto y decidirse por las opciones más cercanas; si, por el contrario, se cuenta con un periodo de vacaciones mucho más amplio, se pueden contemplar destinos en otros continentes y en los que los viajes puedan durar 9 o más horas. Se debe contemplar el cambio horario, algo que a muchos les juega en contra y los obliga a descansar por varias horas, perdiendo tiempo clave para realizar las actividades planeadas.
A la hora de planear el regreso, la recomendación es no regresar un día antes de retomar labores, pues siempre será bueno guardar uno o dos días para poner todo en orden y para descansar el viaje de retorno.
Dinero que se piensa invertir
Este es uno de los puntos álgidos, pues siempre habrá algo por hacer o un nuevo destino por conocer que se escapa a la billetera. Lo importante es fijar el presupuesto y dejar un margen para cumplir uno que otro capricho. Lo primero que hay que hacer es elegir el hospedaje, el cual puede ofrecer comidas, bebidas y entretenimiento incluido; sin embargo, dependiendo de la finalidad del viaje se deben contemplar actividades de ocio, entradas a museos o lugares de interés, desplazamientos, alquiler de carro, viajes en bus o metro, comidas y tiquetes aéreos.
Así mismo, se debe tener en cuenta la moneda oficial del destino, pues, eso puede terminar por elevar mucho más el presupuesto. A la hora de planear, con lista en mano, busque paquetes que incluyan entradas a sitios turísticos o descarte los que realmente no le parecen importantes.