A la hora de viajar, la elección del lugar para hospedarse es fundamental, ya que no solo suele tener un gran peso dentro del presupuesto destinado, sino que representa el punto de partida para todos los planes que se tengan en mente en ese destino.
Es por esto que es de suma importancia la elección de un buen lugar que se acomode a las necesidades y al bolsillo de cada quien, ya que, según los gustos y el uso que se le vaya a dar, dependerá la inversión que se realice.
¿Cuánto tiempo va a pasar en el hotel?
Esta es una pregunta clave, pues hay hoteles muy lujosos que ofrecen una gran cantidad de servicios; sin embargo, si es un viaje turístico en el que los días comienzan muy temprano y acaban muy tarde, no se podrá disfrutar de ellos en su totalidad; por ejemplo, si las actividades o desplazamientos inician a las 6 de la mañana y se regresa sobre la medianoche, es muy poco probable que se disfrute del spa, las piscinas, restaurantes con libre demanda, salones de juegos o conferencias etc.
Por esta razón hay quienes prefieren un hotel que ofrezca habitaciones cómodas, alejadas del lujo y con el equipamiento básico (cama amplia, baño con agua caliente, aire acondicionado, minibar), desayuno y una buena atención, antes de decidirse por grandes instalaciones, habitaciones grandes o con opciones que no se van a utilizar.
Ubicación
Este punto es fundamental, pues dependiendo de los planes o la zona por donde se planea mover en el lugar de destino se puede elegir el hospedaje; si la mayoría de planes están en el centro de alguna ciudad, lo clave es estar cerca a ellos, con esto podrá ahorrar dinero en transporte y tiempos de desplazamientos.
Sin embargo, si la zona donde se piensa hospedar es muy apetecida y con mucha vida nocturna, el precio puede aumentar, por lo que lo ideal es encontrar un punto medio en el que el bolsillo se vea beneficiado y al que se pueda llegar caminando. No hay que dejar de lado las condiciones de seguridad, es importante tenerlas en cuenta a la hora de hablar de ubicación.
Acceso a transporte público
Esto va de la mano con la ubicación; hay que fijarse si el metro, taxis o buses están cerca o si llegan hasta la puerta del hospedaje; así mismo, hay que contemplar los tiempos de desplazamiento hacia otras atracciones que se planeen visitar en el destino elegido.
Comida
Debido a que muchas veces las actividades son muy temprano y no se regresa al hotel, sino hasta la noche, es importante no tener que preocuparse por el desayuno, pues salir a buscar un restaurante no solo significa perder tiempo, gastar más dinero y, pro qué no, perder el transporte a una actividad ya contratada.
Por esto es casi que obligatorio contratar un hotel que ofrezca el desayuno, algo que le quitará un peso de encima al viajero y le permitirá acomodar mucho más fácil el itinerario de actividades.
Limpieza y servicio
Estos dos son aspectos de los que solo se podrá dar testimonio una vez se visite el lugar; sin embargo, puede servir de guía las calificaciones que huéspedes anteriores hayan dejado en las redes sociales del hotel o en aplicaciones como Trip Advisor; a menudo allí consignan, con fotos testimoniales; si los espacios eran limpios, si había un buen aseo y si los trabajadores fueron cordiales y amables durante la estadía.
Conectividad
Si se trata de un viaje de negocios o de trabajo, contar con conexión Wifi es clave, caso contrario a si no se va a estar en el hotel durante la mayor parte del día; este aspecto puede ayudar a rebajar o incrementar la tarifa que ofrecen los diferentes hospedajes.