De acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las hierbas medicinales son plantas que se han usado por años por muchas personas para prevenir o curar una enfermedad, aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso.
“Las plantas medicinales están compuestas de principios activos que, una vez ingeridos, se absorben, metabolizan, distribuyen y excretan siguiendo las mismas vías que los fármacos”, señaló un estudio del Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos.
De hecho, reveló que “uno de cada cinco pacientes en tratamiento con medicamentos consume hierbas medicinales por automedicación”.
No obstante, la biblioteca señaló que las hierbas medicinales no son reguladas ni probadas como los medicamentos.
Por ello, reveló una guía practica para saber cómo elegir y usar hierbas medicinales de manera segura:
- Poner atención a las afirmaciones hechas acerca del producto como, por ejemplo: ¿Cómo se describe el producto? ¿Es una píldora “milagrosa” que “desaparece” la grasa? ¿Funcionará más rápido que el cuidado normal? ¿Es un secreto que su proveedor de atención médica y las compañías aseguradoras no quieren que sepa?, ya que tales declaraciones son señales de alerta, pues si algo es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea.
- Recordar que las “historias de la vida real” no son pruebas científicas y muchos productos se promueven con historias de la vida real. Incluso si la cita viene de un proveedor, no hay pruebas de que otra persona puede tener los mismos resultados.
- Antes de probar un producto, hay que hablar con un médico y hay que pedirle su opinión como: ¿El producto es seguro? ¿Cuáles son las probabilidades de que funcione? ¿Existen riesgos? ¿Interactuará con otros medicamentos? ¿Interferirá con su tratamiento?
- Solo hay que comprar productos de compañías que tengan una certificación en la etiqueta, como “USP Verified” (Verificado por la USP) o “ConsumerLab.com Approved Quality” (Calidad aprobada por ConsumerLab.com). Las compañías con estas certificaciones están de acuerdo en probar la pureza y la calidad de sus productos.
- No hay que darle suplementos herbales a los niños ni hay que usarlos si se tienen más de 65 años de edad.
- No usar remedios herbales sin hablar primero con un experto de la salud y en especial si se está tomando cualquier medicamento.
- No hay que usarlo si se está en embarazo o amamantando.
- No usarlas si se va a tener una cirugía.
Sobre la misma línea, Medline Plus reveló algunos datos que se deben saber acerca de las hierbas medicinales:
- Es posible que no funcionen como se anuncia.
- Las etiquetas no necesitan aprobación y podrían no mostrar la cantidad correcta de un ingrediente.
- Algunas hierbas medicinales pueden contener ingredientes o contaminantes no mencionados en la etiqueta.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, ya que muchas personas creen que usar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento, pues las personas han estado usando plantas en medicina popular durante cientos de años.
Sin embargo, “natural” no quiere decir seguro a menos que se tomen de la manera indicada, porque algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos como las píldoras anticonceptivas, antidepresivos y otros fármacos o, pueden ser tóxicas en dosis altas o también, pueden causar efectos secundarios como malestar estomacal, ansiedad, presión arterial alta, aumento en la frecuencia cardíaca, insuficiencia renal, debilidad muscular, convulsiones, embolismos, entre otras afecciones que pueden ser graves para la salud.