Una de las zonas del rostro más difíciles de tratar es el mentón, ya que está constantemente expuesto al ambiente en general, y a medida que pasa el tiempo aparecen imperfecciones, flacidez y la molesta papada.
La papada es esa capa de grasa que se visibiliza en el cuello, y en algunos casos se relaciona con obesidad o sobrepeso, sin embargo, puede vincularse con enfermedades o factores genéticos.
“En 2016, el 39 % de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13 % eran obesas”, asegura la Organización Mundial para la Salud (OMS).
Cuando una persona consume alimentos altos en grasas saturadas, trans y azúcares, el cuerpo es el reflejo de ello, por el aumento de peso que adopta y por el aspecto de su piel. Asimismo, ocurre con el consumo de cigarrillo y alcohol que tiene efectos negativos sobre el organismo, quizá, no en el presente, pero con seguridad en el futuro.
Además, la falta de colágeno que deja de producir el cuerpo a determinada edad influye en los párpados caídos, las mejillas flácidas y hasta la papada, por lo que es importante mantener el cuerpo hidratado con el consumo de suficiente agua, el uso de cremas hidratantes y todos aquellos productos que colaboren en la salud y belleza del cuerpo.
Por suerte, como lo detalla un artículo publicado en el medio JAMA Facial Plastic Surgery, actualmente existen varias opciones terapéuticas que permiten reducirla para que no afecte ni la salud ni la estética.
Una de ellas es la práctica de ejercicios que ayudan a reducir esta grasa y a mejorar la apariencia física. Se deben practicar durante varios meses para que los resultados sean visibles.
Una investigación, publicada en Journal of Clinical and Diagnostic Research, destacó que los ejercicios de reentrenamiento muscular ayudan a mejorar la apariencia facial, combaten la papada y contribuyen a prevenir el envejecimiento. Sin embargo, se tiene que ser constante para lograr resultados, indica el portal Mejor con Salud.
1. Gesto de puchero: Este ejercicio se puede realizar tanto sentado como de pie. Consiste en sacar el labio inferior tan lejos como sea posible. Mientras tanto, se contrae el cuello. Luego, sin dejar de contraer los músculos del cuello, se flexiona la cabeza llevando la barbilla contra el pecho.
Lo ideal es realizar este ejercicio sin arquear la espalda o alzar los hombros y se mantiene por unos segundos. Al terminar, se vuelve a la posición inicial y es recomendable realizar alrededor de 20 repeticiones al día.
2. Cuello a la derecha e izquierda: Es viable realizarlo con la espalda recta y los brazos cruzados, estirar el cuello hacia adelante y girar lentamente la cabeza hacia la derecha. Se mantiene esta posición por dos segundos y luego se invierte el movimiento y se gira hacia la izquierda. Se debe efectuar diez veces por cada lado.
3. El juego de las vocales. Partiendo de una posición de pie y con la espalda recta, el objetivo es procurar decir todas las vocales de manera pausada y pronunciada, con la boca totalmente abierta. Se debe repetir varias veces, unos, dos o tres minutos y en distintos momentos durante el día.
4. Estiramiento de lengua: Mirando hacia al frente, se saca la lengua todo lo que sea posible. Se levanta hacia la nariz, se sostiene por 10 segundos y luego se libera. Se pueden realizar varias repeticiones durante el día.
5. Besos al techo: en este ejercicio se inclina la cabeza hacia atrás y se mira al techo, realizando el gesto de enviar un beso hacia el mismo, con mucha fuerza y de manera exagerada. Se repite diez veces el movimiento.