Aunque las arrugas suelen ser un signo que se asocia al rostro, también pueden salir en otras zonas del cuerpo como las manos, el pecho y el cuello. De acuerdo con Medline Plus, con el pasar de los años, la apariencia del cuello cambia, pues la pérdida del tono muscular y el adelgazamiento de la piel dan una apariencia flácida.

Por lo anterior se han creado una variedad de productos que, bajo la supervisión de un especialista, pueden ayudar a aminorar la caída de la piel. Sin embargo, la llegada del envejecimiento es inminente, por lo que, aunque se reduce, no es posible eliminarla por completo.

Además, existen factores que promueven aún más la caída de la piel. Por ejemplo, la exposición al sol y el consumo de tabaco probablemente hacen desarrollar más rápidamente lo que podría ser un problema estético para algunas personas.

Así mismo, el no tener cuidados frecuentes con la piel que incluyan bloqueador, limpiezas, exfoliaciones e hidratación pueden ser causas de la aparición de imperfecciones a una edad temprana. También, existen quienes olvidan incluir el cuello entre las rutinas de cuidado de la piel.

Por lo anterior, la revista UnCOMO, publicada a través del portal Mundodeportivo, listó una serie de consejos con los que es posible reafirmar la piel del cuello o evitar que la flacidez de esta zona empeore:

1. No omitir los cuidados diarios: al igual que la piel del rostro, la del cuello también requiere de limpieza e hidratación constante para evitar la aparición de imperfecciones o que los efectos de la gravedad tengan repercusiones en ella y empiece a colgar.

2. Ejercicios para el cuello: el portal Hola explicó que existe un ejercicio con el que es posible reducir esta flacidez. Consiste en inclinar la cabeza hacia atrás y tener la mirada fija hacia atrás. En esta posición, se debe empujar la mandíbula inferior hacia adelante para sentir el estiramiento de la barbilla y mantener ese ejercicio durante 10 segundos. En seguida, debe relajar la mandíbula y repetir el ejercicio nuevamente.

3. Consumir antioxidantes: aportan muchos beneficios para el organismo y, especialmente, para la piel. Según explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se encuentran en muchos alimentos como las espinacas, el pistacho, los huevos, entre otros.

4. Aumentar la producción de colágeno: esta sustancia es una proteína presente en el cuerpo, la responsable de mantener la piel firme y flexible. Es posible aumentar su producción consumiendo una serie de alimentos que lo contienen como los frutos secos, el huevo o las carnes magras.

5. Vitamina E y C: la primera de estas es un excelente antioxidante capaz de reducir la profundidad de algunas arrugas y promover el aumento de colágeno en el organismo. En cuanto a la C, también cumple un papel fundamental en la síntesis de colágeno.

6. Usar bloqueador: uno de los principales enemigos del buen estado de la piel, sobre todo cuando se trata del rostro, es la exposición frecuente al sol sin que se tengan en cuenta las recomendaciones básicas de protección.

7. Tratamientos estéticos: acudir a algunos tratamientos es posible, lo importante es siempre realizarlos bajo supervisión de un especialista y en lugares que cuenten con los permisos obligatorios para practicar este tipo de procedimientos.

Cabe resaltar que, antes de llevar a cabo alguno de los consejos anteriores, se debe consultar con un médico o dermatólogo, con el fin de evitar irritaciones en la piel o contraindicaciones relacionadas como las alergias.