Un componente forma en su mayoría al ser humano: el agua. Este líquido es considerado vital para el funcionamiento adecuado de las distintas partes del cuerpo, es por esa razón que mantener hidratado al organismo propicia la buena salud.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, cuando todo está funcionando en orden en el cuerpo humano, este conserva un equilibrio entre la cantidad de agua que mantiene para su uso y la que es desechada, de tal forma que la persona no padezca ninguna afección.

No obstante, puede ocurrir que el cuerpo pierda esa capacidad y se genere un desequilibrio de líquidos, bien sea que se acumule el agua en el organismo o, por el contrario, que el cuerpo utilice o deseche más agua de la que se consume, esto último es lo que se conoce como deshidratación.

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Con respecto a la retención de líquidos, un artículo del portal Cuídate Plus, indica que se trata de una condición que “puede ser patológica o no patológica”, lo cual solo es diagnosticable por un médico. La importancia de determinar el tipo que se padezca es encontrar el abordaje más adecuado de acuerdo con el caso particular, evitando agravar el estado de salud.

Según agregan desde Medline Plus, entre las causas que pueden originar la retención de líquidos se encuentran las cirugías, la insuficiencia cardíaca y las enfermedades renales. Asimismo, otros criterios como el peso y la edad son considerados factores de riesgo.

Una vez conocido el tratamiento indicado por los profesionales, es posible que el paciente agregue algunos cambios en su rutina, lo cual puede ser complementario a lo recetado por el médico y que no demandan un mayor esfuerzo por las personas.

De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, una medida eficaz para mejorar la retención de líquidos es optar por una alimentación balanceada, rica en nutrientes esenciales, pero que además contenga ingredientes frescos. Este punto final es recalcado por la entidad precisamente porque muchos de los alimentos que se ingieren como parte del día a día suelen ser procesados, los cuales destacan por tener un alto contenido de sodio, mineral que puede propiciar la acumulación de líquidos.

Para disfrutar de una sana dieta, se recomienda incluir otros grupos de alimentos en el plato como la leche y sus derivados (especialmente sin sal), las carnes magras y frescas, los pescados y, por supuesto, las frutas y verduras. También se sugiere revisar el etiquetado de ciertos productos para cerciorarse de su contenido en sal, como es el caso de los cereales y las bebidas.

Por otra parte, los expertos de Tua Saúde recomiendan mantener una rutina de ejercicios moderada o practicar cualquier actividad física que permita que el exceso de líquidos sea desechado por el cuerpo. Si el paciente no es amante del gimnasio, existen algunas alternativas como trotar o andar en bicicleta que pueden ser igual de efectivas.

Desde la Clínica Escobar añaden que existen algunos tratamientos que pueden mejorar la retención de líquidos y que están basados en masajes. Uno de ellos es el drenaje linfático manual, el cual consiste en realizar presión sobre determinadas áreas del cuerpo para drenar el agua o líquido acumulado. No obstante, esta práctica solo puede ser realizada por un profesional.

Entre otros consejos que entregan los profesionales de la mencionada institución se lista dormir adecuadamente, lo cual permite que el cuerpo se regule durante el sueño.

También está la posibilidad de que sea necesario el consumo de medicamentos para aliviar la retención de líquidos, pero ello solo puede ser sugerido por los médicos que conozcan el historial de los pacientes.