Para eliminar los cálculos de las amígdalas es necesario reforzar los hábitos de higiene oral. Al mismo tiempo, existen una serie de cuidados y remedios naturales que pueden ser beneficiosos para eliminar este problema. Lo importante es intervenir de forma oportuna debido a que su acumulación puede generar mal aliento o dificultades para deglutir.
Los cálculos son pequeñas masas de tejido que suelen formarse por la acumulación de residuos de alimentos en el crecimiento bacteriano.
Si bien al inicio pasan desapercibidos, con el tiempo provocan hinchazón, dolor, una sensación de obstrucción en la garganta y problemas de halitosis. De todos modos, algunas estrategias ayudan a evitar su formación y favorecen su tratamiento.
Medidas para prevenir los cálculos de las amígdalas
Antes de conocer cómo eliminar los cálculos en las amígdalas, es importante conocer los hábitos que contribuyen en su prevención. Dichos ejercicios deben realizarse de manera continua para lograr su efectividad. Algunos de ellos son:
Reforzar la higiene oral
Algunos hábitos de higiene oral desempeñan un papel importante en la prevención de cálculos en las amígdalas. Tanto el cepillado como el uso de hilo dental permite remover las bacterias y los residuos de alimentos que pueden incidir en la aparición de este problema.
De acuerdo con Ann Bell, experta en otorrinolaringología de la Clínica Mayo, “cepillarse los dientes después de todas las comidas también señala la importancia de cepillar la lengua, emplear hilo dental y complementar con enjuagues bucales sin alcohol”.
Usar un raspador de lengua
Aunque cepillar la lengua es una opción válida para remover el sarro que se acumula en la superficie, los raspadores son herramientas eficaces en esta tarea. Un estudio realizado por el Journal of Periodontology comprobó que este elemento mejoró los resultados al eliminar compuestos volátiles de azufre en la lengua.
¿Cómo eliminar los cálculos de las amígdalas en casa?
Por lo general, los cálculos de las amígdalas no precisan de un tratamiento específico más allá de los hábitos de higiene. Casi siempre se expulsan por sí solos cada cierto tiempo.
De todos modos, al notar su presencia, algunos remedios caseros pueden favorecer su eliminación. Las opciones son las siguientes:
Enjuagar con vinagre de manzana
En la medicina popular, el vinagre de manzana se considera un coadyuvante para reducir la presencia de bacterias en la boca. Al respecto, algunas investigaciones sugieren que tiene efectos antimicrobianos que favorecen la eliminación de bacterias orales como S. aureus.
De igual forma, hay que tener en cuenta que no se puede utilizar en su estado puro. Lo ideal es diluir una cucharada (10 mililitros) en un vaso de agua tibia (200 mililitros). Esto se debe a que sus ácidos se asocian con daños permanentes en el esmalte dental.
Irrigador de baja presión
Cuando los tonsilolitos son superficiales, el uso de un irrigador de baja presión puede ser suficiente para desprenderlos. Para ello, basta con apuntar el dispositivo hacia los depósitos en la garganta. Una vez se suelte el tonsilolito, hay que escupirlo y evitar que se vaya hacia la parte de atrás de la garganta.
Suplementos de ajo
El ajo natural y sus suplementos derivados pueden ayudar en la eliminación de los cálculos en las amígdalas. Debido a sus propiedades antimicrobianas, su consumo se asocia con la inhibición de las bacterias que provocan esta condición. No obstante, hay que considerar que su aroma es fuerte y puede dejar un aliento poco agradable.
Gárgaras con agua salada
Un artículo compartido en la Clínica Cleveland destaca que las gárgaras con sal ayudan a disminuir la hinchazón y la incomodidad ante la presencia de cálculos en las amígdalas. Para ello, basta mezclar una cucharadita de sal en una taza de agua. Luego se hacen buches durante un par de minutos y se expulsa el líquido.
Bastoncillo de algodón
Hay quienes intentan remover el cálculo de la amígdala con la ayuda de un bastoncillo de algodón. Esta opción suele ser válida cuando las piedras son visibles. No obstante, hay que tener mucho cuidado, pues es un método que puede provocar lesiones si se aplica de forma agresiva.