Una alimentación saludable es clave para mantener un cuerpo saludable. En el caso de una mujer embarazada es aún más importante porque los alimentos y nutriente que su cuerpo recibe van directamente al bebé que se está formando.

Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explican que la dieta sana para una mujer embarazada tiene las mismos principios básicos de una alimentación saludable. No obstante, la entidad de salud aclara que hay unos nutrientes específicos que se deben priorizar en la dieta durante el embarazo.

Es importante seguir las recomendaciones médicas del médico que supervisa el progreso del embarazo, especialmente si recomienda la moderación de algunos alimentos o la prioridad de otros.

Folato o ácido fólico

Este nutriente es importante para contribuir a la prevención de problemas de nacimiento del cerebro y de la médula espinal del bebé. De acuerdo con Mayo Clinic se requieren de 400 microgramos de ácido fólico al día antes de la concepción y entre 600 mcg y 1000 mcg durante todo el embarazo.

Alimentos ricos en este nutriente son: cítricos, lentejas, frijoles, arvejas y verduras de hoja verde oscuro. No es recomendable consumir suplementos sin la supervisión de un obstetra.

Calcio

El calcio es un mineral muy importante para mantener los huesos fuertes. La alimentación es la clave para obtenerlo, así lo explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. “Su cuerpo no puede producir calcio. Este obtiene el calcio únicamente a través de los alimentos que consume o de los suplementos, si usted no consume suficiente calcio en su dieta o bien, si su cuerpo no lo absorbe lo suficiente, los huesos se pueden debilitar o no crecer apropiadamente”.

En el caso de las mujeres embarazadas los expertos señalan que las adultas necesitan de 1000 miligramos al día y las adolescentes 1300 miligramos diarios.

Algunos de los alimentos ricos en calcio son: brócoli, col rizada, salmón, espinaca, productos lácteos, etc.

Hierro

Una de las anemias más comunes es la anemia por déficit de hierro. Las mujeres embarazadas necesiten del doble de hierro que las que no lo están. Esto es importante porque el cuerpo necesita del hierro para producir mayor sangre para suministrarle oxígeno al bebé.

“La anemia grave por deficiencia de hierro durante el embarazo también aumenta el riesgo de nacimiento prematuro, de tener un bebé con bajo peso al nacer y de sufrir depresión posparto”, detalla Mayo Clinic.

Algunas de las fuentes ricas en hierro incluyen cereales, espinaca, frijoles y carnes de aves.

Embarazo y dolor de espalda

El dolor de espalda es un síntoma frecuente durante el embarazo. Con el paso de los meses puede empeorar. Por eso, Mayo Clinic brinda algunos consejos para aliviarlo. Asimismo, es recomendable hablar con el doctor que sigue el progreso del embarazo para buscar alternativas que ayuden a aliviar este malestar.

  • Al estar de pie, separar los pies muy bien para tener un mejor apoyo.
  • Al momento de sentarse, elegir una silla que sostenga muy buen la espalda. En caso de sentirse incómoda, ubicar un cojín pequeño detrás de la zona lumbar.
  • Se recomienda utilizar una faja de soporte para maternidad. Para algunas gestantes, esto puede ser útil y ayudarlas a sobrellevar el dolor de espalda.
  • Levantar peso correctamente. Al momento de recoger un objeto, se recomienda ponerse en cuclillas y levantarse con las piernas. No se debe flexionar la cintura o realizar esfuerzo con la espalda. En caso de no poder agacharse, lo mejor es pedir ayuda.
  • Para dormir se recomienda dormir de lado y no de espaldas. Flexionar las rodillas. Se puede ubicar una almohada o cojín entre las rodillas y detrás de la espalda.
  • Se puede intentar probar aplicando calor o frío en la zona lumbar.
  • Pararse erguida y con la espalda recta.
  • Mantener el pecho elevado.
  • Mantener los hombros hacia atrás y relajados.