Para las mujeres, el tamaño del busto puede generar, en ocasiones, algunos complejos en su autopercepción o autoconcepto. Si bien algunas no le prestan atención a ese tema, les resulta irrelevante o se sienten a gusto como están, hay otras a las que les preocupa el tema.
Cuando se trata de un busto de tamaño pequeño, algunas mujeres recurren a la cirugía estética, creyendo que es la única solución para cambiar la proporción del mismo, pero esta no es la única salida si ese es el objetivo.
Si lo que se quiere es hacerlo de modo natural por temor a la recuperación después de la cirugía, o no se cuenta con los recursos económicos, o realmente no es muy fanática de los procedimientos quirúrgicos o de la medicina moderna, hay buenas noticias, ya que con ejercicios específicos se puede alcanzar esta meta.
Claramente, el resultado nunca será igual al que pueda dejar una cirugía en la que se implantan siliconas. No obstante, el esfuerzo constante y la dedicación con la que se practiquen, pueden lograr un mejor tamaño.
Los ejercicios de pecho son las técnicas más apropiadas para fortalecer los pectorales, logrando así desarrollar los músculos, haciendo que estos “empujen” al pecho para obtener algo más de volumen. El deporte permite modificar algunas de las partes que influyen en el tamaño y forma del escote.
Según Clinicamenorca, se recomiendan una serie de ejercicios que, practicados con frecuencia, cuidado y mucho juicio, pueden ayudar a conseguir el tamaño deseado en el busto:
- Flexiones: El ejercicio que se hacía durante la clase de educación física en aquella época de del colegio, suponen buenos ejercicios para aumentar el volumen del pecho. Puede colocarse el cuerpo en posición horizontal sobre una esterilla mientras la punta de los pies toca el suelo y se aguanta el peso del cuerpo en la palma de las manos. Posteriormente, se flexionan los brazos y se baja hasta donde se pueda manteniendo la espalda totalmente recta. Realizar tres series con 15 repeticiones es la frecuencia recomendada.
- Mariposas: Debe tumbarse en una banca boca arriba y extender los dos brazos sobre el pecho. A continuación, se doblan los codos y se bajan los brazos de tal manera que queden en paralelo con el suelo. Se debe mantener esa posición durante 20 segundos y volver a la posición inicial. Pueden ejecutarse tres series de 20 repeticiones. Sirve ayudarse con pesas o botellas de agua.
- Mariposas de pie: estando de pie, se deben separar las piernas a la altura de los hombros y flexionar un poco las rodillas. Después, levantar lentamente los brazos hasta la altura del pecho. Conservar la postura durante 10 segundos para volver a la posición inicial. Hacer dos series de 20 repeticiones. Al igual que en el ejercicio anterior, se pueden incorporar pesas.
- Levantamiento con pesas: otra variante del ejercicio anterior se realiza comenzando con las piernas en la misma posición mientras se sujeta las mancuernas con las palmas de las manos hacia abajo. Con los brazos estirados y pegados a cada lado del cuerpo, se empieza levantando el derecho hasta la altura del pecho. Subir y bajar la mancuerna levemente a esa altura durante cinco segundos, bajar el brazo a su posición inicial otros cinco segundos y repite. Completar 20 repeticiones por cada extremidad.
Por otro lado, hay posturas de Yoga recomendadas como lo son las asanas que más recomienda para trabajar la zona del pecho. Mientras tanto, algunas de las más destacadas son:
- Virabhadrasana (guerrero).
- Triángulo.
- Cobra.
- Arco.