El sarro, o cálculo dental, es una masa que se forma alrededor de los dientes como resultado de la calcificación de la placa dental, que se crea por bacterias, restos de comida y saliva.
También se puede formar en el borde de las encías y debajo de ellas y puede irritar los tejidos gingivales. “El sarro proporciona a la placa una superficie más extensa donde crecer y más pegajosa donde adherirse, lo cual deriva en afecciones más graves como caries y enfermedades de las encías”, precisa una información de Colgate, en su página web.
La aparición de esta placa, que normalmente es de color amarillento, es consecuencia directa de la falta de higiene dental. Si las bacterias orales que forman la placa dental no se eliminan con efectividad, se irán endureciendo, dando paso al cálculo dental.
Es importante tener claro que entre más antiguo es el sarro, más oscuro se vuelve: puede empezar con un tono amarillento y acabar de un color marrón o negruzco y cuando alcanza esos niveles, es más difícil de eliminar.
Enfermedades de las encías
Los perjuicios que puede originar el sarro son diversos. Blanca Cabezas, especialista en Estomatología y profesora asociada de la Universidad de Oviedo, asegura que los problemas que ocasiona vienen derivados de su gran capacidad para que sobre él se adhiera la placa bacteriana, la cual es la responsable de la mayoría de las patologías orales, según cita un artículo publicado en el portal Cuidate Plus.
El sarro dental puede producir enfermedades a nivel de encía, principalmente, la gingivitis y la periodontitis. La primera es una inflamación de la encía que se presenta con sangrado y edema, pero no con pérdida de hueso. Esta es una afección reversible, es decir que con un tratamiento básico periodontal se puede revertir la inflamación y volver a su estado natural. La periodontitis, por su parte, si ocasiona una pérdida de hueso, que es irreversible.
Por lo tanto, unos buenos hábitos de higiene bucal desde pequeños es la mejor arma de prevención que se puede emplear para evitar esta afectación en los dientes y la boca. Estas son las principales recomendaciones de los especialistas para evitar la aparición de sarro:
- Cepillarse los dientes de forma regular. Hacerlo al menos tres veces al día durante dos minutos. Utilizar un cepillo de cerdas suaves y cabezal pequeño para llegar a todas las superficies de los dientes.
- Eligir una pasta de dientes con flúor. Ayudará a fortalecer el esmalte y a combatir las bacterias de la placa.
- Utilizar hilo dental. Es la única manera real de eliminar parte de la placa entre los dientes para prevenir la aparición de sarro en áreas de difícil acceso.
- Emplear enjuague bucal. Utilizarlo todos los días en la mañana y antes de acostarse para mantener a raya a las bacterias que causan la placa.
- Cuidar la dieta. Las bacterias de la boca se multiplican ante alimentos azucarados. En ese contexto, liberan ácidos dañinos para los dientes cuando están en contacto con ellos.
- Evitar el tabaco. Se trata de uno de los principales catalizadores de sarro.
Los especialistas coinciden en que una vez que el sarro se ha depositado en los dientes es muy difícil eliminarlo y por ello, la prevención es la mejor forma de hacerle frente a esta afección.
Aseguran que cuando las personas presentan cálculo dental, lo mejor es recurrir al odontólogo para obtener el tratamiento y la limpieza adecuada, pues en ocasiones el uso de algunos productos caseros pueden causar mayores afectaciones en los dientes haciéndolos más sensibles y permitiendo que las bacterias orales penetren en ellos con mayor facilidad, además de que no son eficaces para eliminar el sarro.
Lo ideal es utilizar productos de limpieza dental que estén específicamente indicados para ello, como las pastas de dientes y los enjuagues bucales.