Los amantes de los gatos saben que estos felinos adoran explorar y conquistar cualquier superficie elevada que encuentren en su camino, incluyendo las mesas. Aunque puede parecer una travesura inofensiva, su presencia en la mesa puede causar molestias y hasta problemas de higiene.
En este artículo, se explicarán estrategias para evitar que un gato se suba a la mesa y así mantener una convivencia armoniosa en el hogar.
¿Cómo evitar que un gato se suba a la mesa?
Proporcionar alternativas atractivas
Los gatos tienen un comportamiento natural de exploración y escalada, por lo que brindar alternativas atractivas es una forma efectiva de evitar que se suban a la mesa. Asegurarse de que tengan acceso a estructuras adecuadas para trepar, como rascadores y árboles para gatos, puede redirigir su comportamiento hacia lugares designados.
Colocar estos elementos cerca de la mesa puede ser especialmente útil. Los gatos pueden disfrutar escalando su propio “territorio” en lugar de saltar a la mesa en busca de aventuras. Además, se pueden colocar juguetes interactivos en estas áreas para mantener a los gatos entretenidos y distraídos.
Utilizar repelentes naturales
Otra estrategia efectiva es utilizar repelentes naturales. Los gatos son sensibles a ciertos olores y texturas desagradables, por lo que se pueden usar estos elementos para disuadirlos de acercarse a la mesa.
Aceites esenciales como el de limón, eucalipto o lavanda pueden ser aplicados en pequeñas cantidades alrededor de la mesa, ya que a menudo los gatos no toleran estos olores fuertes. También se pueden colocar tiras de papel de aluminio sobre la superficie de la mesa, así se genera una textura incómoda para los gatos, que puede disuadirlos de saltar.
Es importante mencionar que cualquier repelente empleado debe ser seguro y no tóxico para los gatos. Evitar productos químicos fuertes que puedan ser perjudiciales para la salud de las mascotas.
Enseñar comandos de no subir
Entrenar a un gato para que responda a comandos básicos como “no subir” puede ser una forma efectiva de evitar que se suba a la mesa. Si el gato tiene una sólida comprensión de estos comandos, es más probable que obedezca cuando se le dice que no suba.
Para enseñar este comportamiento, se puede utilizar refuerzo positivo. Cuando el gato intenta subir a la mesa, se le puede decir “no” en un tono firme pero no agresivo. Si el gato se baja de la mesa, se le recompensa con caricias o premios. La consistencia es clave en este tipo de entrenamiento, y es crucial que todos los miembros de la familia sigan las mismas reglas.
Utilizar protectores de mesa
Si las estrategias anteriores no funcionan o si se necesita una solución rápida, se pueden acudir a protectores de mesa para evitar que el gato se suba. Dicho recurso viene en diferentes formas y materiales, como plástico, vinilo o tela, y se colocan sobre la mesa cuando no se está usando.
Los protectores de mesa son incómodos para los gatos debido a su superficie irregular o resbaladiza, lo que disuade a los felinos de saltar. Además, ayudan a mantener la higiene de la mesa al evitar que los gatos dejen pelo o huellas en la superficie.
Mantener la mesa inaccesible
Otra opción es mantener la mesa completamente inaccesible para el gato cuando no se esté en uso. Esto se puede lograr moviendo las sillas hacia arriba o utilizando barreras físicas como puertas para bebés o cercas diseñadas para mascotas.
Es importante recordar que las barreras físicas deben ser seguras para el gato y no causarles daño al intentar saltar sobre ellas. Además, es crucial proporcionar al gato un espacio alternativo donde pueda pasar su tiempo cómodamente mientras la mesa está fuera de su alcance.
Ser paciente y consistente
Cualquiera que sea la estrategia que se elija, es fundamental ser paciente y consistente en la aplicación de estas medidas. Los gatos son criaturas de hábitos, y puede llevar tiempo cambiar sus comportamientos. No se debe castigar al gato de manera agresiva, ya que esto puede generar estrés o miedo.
En su lugar, se debe reforzar positivamente el comportamiento deseado. Cuando el gato evita subir a la mesa, se le puede recompensar con elogios y caricias. La consistencia en la aplicación de las reglas y el refuerzo positivo ayudarán al gato a comprender lo que se espera de él.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado en Semana.