El estreñimiento se ha convertido en una afección muy frecuente, generada especialmente por malos hábitos alimenticios y estrés, entre otros factores. Sin embargo, hay casos más complejos y son aquellos relacionados con la retención fecal, una afección que se evidencia en una gran masa de heces duras y secas que se atascan en el recto o el colon.

Es posible que una persona con este padecimiento presente síntomas circulatorios, cardíacos o respiratorios en vez de molestias gastrointestinales, precisa el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. “Si no se detecta la retención fecal, es posible que los signos y síntomas progresen y provoquen la muerte”, asegura la mencionada fuente.

Los expertos aclaran que el estreñimiento no es igual a la retención fecal. El primero se presenta cuando no se expulsan las heces con frecuencia, por lo que estas se ponen duras y secas y, la segunda, se da en personas que han tenido estreñimiento durante mucho tiempo y han estado usando laxantes.

La retención es incluso más probable cuando los laxantes se suspenden repentinamente, esto debido a que los músculos de los intestinos olvidan cómo movilizar la materia fecal o heces por sí solos.

El atascamiento de las heces puede ocasionar distensión y cólicos abdominales. | Foto: Getty Images

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos, algunos cambios en los alimentos y las bebidas pueden ablandar las heces y facilitar la evacuación. Para ayudar a aliviar los síntomas, los pacientes deben, entre otras cosas, tener en cuenta estas recomendaciones.

Consejos para tener en cuenta

  • Consumir más alimentos con alto contenido de fibra.
  • Tomar mucha agua y otros líquidos si consumen más fibra o toman un suplemento de la misma.
  • Realizar actividad física con regularidad.
  • Tratar de entrenar el intestino. En este aspecto es importante que el paciente se entrene para tener una evacuación a la misma hora todos los días. Por ejemplo, puede ser útil tratar de evacuar de 15 a 45 minutos después del desayuno, porque comer ayuda a que el colon mueva las heces. De igual forma, lo ideal es darse tiempo suficiente para tener una evacuación intestinal, y debe ir al baño tan pronto como sienta la necesidad de hacerlo, tratar de relajar los músculos o poner los pies sobre un taburete para estar más cómodo.
La acumulación de heces genera inflamación en el estómago. | Foto: Getty Images
  • Dejar de tomar ciertos medicamentos o suplementos dietéticos cuando se sospeche que están causando el padecimiento. Lo aconsejable es consultar con el médico para que cambie la dosis o sugiera un medicamento diferente que no cause estreñimiento. No se debe cambiar ni suspender ninguno de ellos sin consultar primero con un profesional de la salud.
  • Solo se deberá usar estimulantes si el estreñimiento es grave y los otros tratamientos no han dado resultado. Si el paciente ha estado tomando laxantes durante mucho tiempo y no puede evacuar sin tomar un laxante, debe consultar con el médico.

Síntomas

Cuando una persona no puede expulsar con normalidad las heces y estas se endurecen demasiado, pueden presentarse diversos síntomas tales como:

- Distensión y cólicos abdominales.

- Escape de líquido o episodios repentinos de diarrea acuosa, en alguien que presente estreñimiento crónico.

- Sangrado rectal.

- Heces pequeñas y semiformadas.

- Esfuerzo al tratar de evacuar las heces.

- Presión en la vejiga o pérdida del control vesical.

- Dolor en la parte baja de la espalda.

- Frecuencia cardíaca rápida o mareo a raíz del esfuerzo para evacuar las heces.

Cuando la retención de heces es muy grave puede generarse hemorroides. | Foto: Getty Images

Riesgos de que las heces se queden atascadas

Las heces atascadas a la mitad del camino debido al estreñimiento son principalmente incómodas y hay un riesgo bajo de complicaciones, pero cuando se presenta una retención fecal, las posibles complicaciones incluyen las siguientes, según el portal Healthline.

  • Ulceración intestinal.
  • Hemorroides.
  • Peritonitis (infección del sistema gastrointestinal).
  • Presión arterial baja.
  • Pérdida de conciencia.
  • Escalofríos.
  • Mareos.
  • Ritmo cardíaco rápido.