El sistema nervioso está compuesto por el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico: el cerebro y la médula espinal forman el sistema nervioso central y los nervios que se extienden por todo el cuerpo forman el sistema nervioso periférico, de acuerdo con el portal sobre la salud KidsHealth.
El portal también explicó que el funcionamiento básico del sistema nervioso depende en gran medida de unas células diminutas llamadas neuronas. El cerebro contiene miles de millones de esas células, que están especializadas en muchas funciones diferentes.
Por tal razón, existen hábitos saludables para fortalecer el sistema nervioso y lo principal es tener una alimentación balanceada y nutritiva que contenga hidratos de carbono, ácido grasos esenciales, proteínas, vitaminas y minerales.
Los hidratos de carbono provienen principalmente de cereales integrales, frutas, verduras y legumbres (frijoles, lentejas, habas, garbanzos, alubias), los ácidos grasos que necesita el cerebro son el omega-6 que se encuentran en semillas y aceites vegetales como el de girasol y omega-3 que se encuentran en el aceite de soja, nueces, almendras, aceite de germen de trigo y linaza, pescado azul, aceite de oliva, entre otras.
Las proteínas que ayudan a mantener el cerebro sano pueden ser las proteicas vegetales, tales semillas, nueces, frijoles, lentejas, alubias y habas y las proteicas de origen animal como carne, pescado y marisco, huevo, leche y derivados lácteos.
Asimismo, las vitaminas ideales son: las del complejo B, y los minerales (Magnesio, Manganeso, Zinc), que se pueden encontrar en los granos enteros (avena, cebada, centeno etc.), vegetales, plátano, hojas verdes, nueces, semillas y frutas secas.
Sin embargo, es importante consultar a un experto para que guíe el proceso, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.
La segunda recomendación para mantener el cerebro sano y fuerte, de acuerdo con el portal Mejor con Salud, es evitar los excesos tales como el alcohol y el cigarrillo, ya que estos resultan ser perjudiciales para la salud. Asimismo, es ideal evitar el exceso de café, té, azucares, grasas y demás.
La tercera recomendación es realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos). De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20 % y un 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Además, la actividad física regular puede mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio; mejorar la salud ósea y funcional; reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon) y depresión; reducir el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales, y ayudar a mantener un peso corporal saludable.
La cuarta recomendación es tomar el sol en horas de menor radiación, ya que un estudio publicado en The Lancet el año 2002, reveló que la luz del sol influye en los niveles de serotonina y en la aparición del trastorno afectivo estacional.
La quinta recomendación es adoptar un pasa tiempo como pintar, tocar un instrumento, escribir, leer, meditar entre otros, pues esto cuida el cerebro y fortalece el sistema nervioso.
Hay que señalar que es importante cuidar el cerebro, porque aunque el cerebro representa menos del 2 por ciento del peso de una persona, es el responsable del gasto de la quinta parte de la energía que produce el cuerpo.