El arroz es uno de los alimentos más consumidos en el mundo y destaca por ofrecer una serie de propiedades y beneficios al organismo, pero su consumo no debe excederse.
Según el portal Cuerpo Mente, este cereal aporta energía gracias a su riqueza en carbohidratos, siendo el almidón el más abundante y que tiene la ventaja de absorberse con lentitud, con lo que evita que se produzcan picos de glucemia en la sangre.
El sitio web Cocina Fácil, de México, cita datos del Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, en los que se indica que una taza de arroz blanco aporta aproximadamente 240 calorías; 4,4 gramos de proteína; 0,4 de lípidos y de fibra y 53,2 de carbohidratos; mientras que el integral brinda 219 calorías por porción, 4,5 gramos de proteínas y 45,9 gramos de hidratos de carbono.
Cuando el arroz se combina con otros alimentos como fríjoles, habas, garbanzos, lentejas o guisantes, proporciona proteínas completas para el organismo, las cuales son importantes para la construcción de los tejidos e incluso para ayudar a reforzar el sistema inmunológico, indica el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Aunque se trata de un alimento popular, pues es el sustento de millones de personas en el mundo, lo ideal es evitar su consumo a diario y más si se trata de arroz blanco, pues esto puede ocasionar inconvenientes de salud.
Una investigación de la Universidad de Harvard concluyó que comer cinco o más porciones de este producto a la semana, aumentaría el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Por eso, la recomendación es sustituir el arroz blanco por integral para bajar esta incidencia.
Entre diversas bondades, una de las que se le atribuye es que es bajo en sodio, por lo que se considera un buen alimento para quienes sufren de hipertensión. El sodio hace que las venas y las arterias se contraigan, aumentando el estrés y la tensión en el sistema cardiovascular a medida que se incrementa la presión arterial.
Esto también está asociado con afecciones cardíacas como aterosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, por lo que evitar un exceso de este mineral es ideal para el control de este padecimiento.
Aliado de un peso saludable
Aunque en ocasiones se le crea fama de que es un producto que hace subir de peso, el arroz puede formar parte de una dieta equilibrada y ayudar a controlar los kilos de más. Los bajos niveles de grasa, colesterol y sodio tienen la posibilidad de reducir la obesidad y las afecciones asociadas.
Asimismo, el contenido de fibra aumenta la regularidad de la evacuación intestinal, facilitando los procesos digestivos y evitando la inflamación en el cuerpo. Sin embargo, siempre es importante tener presente que no se debe exceder su consumo.
Para nadie es un secreto que una de las regiones del mundo en donde más se consume este alimento es en la oriental y allí las personas no engordan por su ingesta. Esto se debe a que, por ejemplo, los japoneses utilizan diversos trucos tendientes a sacar mayor provecho de los beneficios de este cereal.
Según Cocina Fácil, uno de los grandes secretos de los japoneses, es que consumen el arroz acompañado de otros alimentos como verduras, algas, pescados y mariscos. También lo comen con carnes y huevos, pero en menor medida. Esto permite que su índice glucémico se reduzca de forma considerable, al ser ingerido junto a nutrientes como fibra o proteínas.
Otro truco es que normalmente lo consumen usando palillos, utensilio que permite levantar un cúmulo de granos que favorece y hace más lenta la ingesta, por lo que la digestión se ve beneficiada.
Por último, estos consumidores suelen comer el arroz ya frío, lo que lo hace una fuente de almidón resistente, por lo que el cuerpo no lo digiere por completo y sacia con mayor facilidad. Esa sensación de llenura evita que el cuerpo pida comida de manera permanente.