Una dieta equilibrada es fundamental para el bienestar integral del organismo. Además de ser importante para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano, ayuda a disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles y a combatir algunas afecciones. “Para lograrlo, es necesario el consumo diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas. Si lo hacemos así, estamos diciendo que tenemos una alimentación saludable”, explica el Ministerio de Salud de Colombia.
Aunque muchas personas consideran que tienen una dieta balanceada, realmente pocos se alimentan bien. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se deben consumir mínimo 400 gramos diarios de fruta para aprovechar sus beneficios nutricionales.
Además de aportar nutrientes al organismo, “las dietas ricas en frutas y verduras pueden reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas. Las frutas y verduras también proveen vitaminas y minerales esenciales, fibra y otras sustancias que son importantes para la buena salud”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Las personas no están incluyendo estos alimentos a su dieta diaria y esto es evidente en cifras. “En 2017, 3,9 millones de muertes en todo el mundo se atribuyeron a la falta de consumo de frutas y verduras en cantidades suficientes (OMS, 2019). Se estima que la ingesta insuficiente de frutas y verduras es la causa de alrededor del 14% de las muertes por cáncer gastrointestinal en todo el mundo, del 11% de las muertes por cardiopatías isquémicas y del 9% de las muertes por accidentes cerebrovasculares”.
Para los niños, comer las frutas y verduras puede ser una tarea complicada. Por eso, el portal Saber Vivir explica algunos consejos y estrategias que pueden ayudar a que los niños coman más frutas y verduras.
1. Explicarles lo beneficiosas para su salud
Según explica el sitio web los niños prestan atención a la información que se les brinda, una estrategia que puede funcionar para que consuman ambos alimentos es hacerles entender cómo gracias a las verduras y frutas se harán más fuertes y podrán combatir las enfermedades.
2. Nombrarlos divertidamente
El portal web destaca un estudio realizado por la Universidad de Cornell (Estados Unidos), el cual mostró que cambiarle el nombre a las verduras y llamarlas creativamente como “visión de rayos x” en reemplazo de su término original: zanahoria, puede ayudar a que los niños las consuman con entusiasmo.
3. Incluirlos en la preparación de los alimentos
A los niños les gusta experimentar cosas nuevas. Por eso, una estrategia adecuada consiste en involucrarlos en la cocina. Se les puede indicar que hagan algunos pasos sencillos como partir los ingredientes o servir.
4. Diseñar con los alimentos
Una forma divertida para que los niños se motiven a comer es decorar los platos con la misma comida. Crear dibujos, formas, que puedan llamar la atención.
Otra estrategia que puede funcionar es preparar las verduras de una forma diferente. Puede ser al vapor, utilizar aderezos bajos en calorías y grasa, usar otras hierbas aromáticas para sazonar, etc.
Ideas para merendar
Muchos padres no saben qué tipo de alimentos brindarles a sus hijos o niños encargados para merendar durante el día. Para ello, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades brindan algunos ejemplos:
Alrededor de 100 calorías o menos
- 1 manzana mediana (72 calorías).
- 1 taza de habichuelas verdes (ejotes) al vapor (44 calorías).
- 1 taza de arándanos (83 calorías).
- 1 taza de uvas (100 calorías).
- 1 taza de zanahorias (45 calorías), de brócoli (30 calorías) o pimientos (30 calorías) con 2 cucharadas de hummus (46 calorías).