Criar hijos no es una tarea fácil. En medio de esa labor diaria una de las cosas más difíciles para los papás es establecerse como figuras de autoridad sin maltratar a los niños y sin dejársela ‘montar’, pues muchos de ellos tienen un carácter difícil y hacen pataletas. Estos son algunos consejos prácticos para no desfallecer en el intento. Trátelos suavementeLas palabras tienen un impacto enorme y los papás deben pensar bien antes de regañar a sus hijos. La mejor forma de evitar que los pequeños se vuelvan patanes y rebeldes es tratarlos siempre con cariño y hablarles de forma propositiva. Los expertos aseguran que ellos van a seguir más las indicaciones que les dan si lo hacen con suavidad y mucha paciencia. No se trata de una imposición donde toca obligarlos a que hagan las cosas a las malas, sino de enseñarles por qué deben hacerlas de esa manera. Todo por medio del diálogo y no de los golpes u ofensas. Otra buena estrategia es elogiarlos y recordarles lo mucho que valen para que obedezcan más.  Mírelos a los ojos fijamenteLos papás pueden lograr que sus hijos les obedezcan no solo hablándoles de forma clara y tratándolos suavemente sino también mirándolos fijamente a los ojos. El contacto visual es la forma de comunicación no verbal más poderosa, pues varios estudios hechos por psicólogos y expertos en lingüística han señalado que influye mucho para que las personas se relacionen bien con los demás. Por eso los papás y los hijos deben establecerlo desde temprano. Así podrán fortalecer sus lazos afectivos y eso le facilitará la tarea a los padres de establecer autoridad. Recomendamos: Cinco cosas que sus hijos siempre recordarán de usted Ayúdelos a reconocer sus erroresUna buena manera de conseguir empatía con los niños es poniéndose en su lugar y acompañándolos en las situaciones que viven. Si ellos se han equivocado lo primero que los papás deben hacer es decirles frases como: “entiendo que estés de mal genio, a mí también me daría rabia”. Y no reprenderlos con críticas destructivas, pues esto solo empeorará las cosas. Los expertos dicen que si los papás hablan con los niños cuando estos se equivoquen y les muestran por qué les pasó esto y las posibles soluciones, ellos aprenderán y se sentirán apoyados. Caso contrario a cuando los regañan y maltratan, pues así solo sentirán miedo hacia sus papás y poco a poco se irán alejando de ellos. Puede leer: Cuando los hijos se vuelven instrumentos contra sus papás Hágalos reírSi los niños están llorando o haciendo pataleta, una buena forma de calmarlos es haciéndolos reír con chistes o algo en particular que logre sacarles una carcajada. De esta forma los pequeños podrán distensionarse y aprender la lección. Esta es una mejor estrategia que hablarles recio y regañarlos, pues así evitarán lesionar su autoestima y su salud emocional. Cuando las cosas se hacen por las malas, los niños solo desarrollarán miedos y traumas por cuenta del maltrato que reciben.  Deles un premio si se comportan bien

Una vez los niños comiencen a obedecer a los papás, es importante recompensarlos con elogios o premios. Incluso si han hecho el esfuerzo y no han logrado hacer las cosas como se esperaba. De esta forma estarán motivados,  sabrán que van por buen camino y están haciendo las cosas como deben ser.Sugerimos: Siete claves para tener hijos exitosos