El consumo de suplementos vitamínicos ha crecido con el paso del tiempo. De hecho, de acuerdo con la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable – Alanur, América Latina representa el 7 % del total de consumo de suplementos alimenticios a nivel mundial.
Esta misma entidad confirma que Colombia ocupa el segundo lugar que más consume suplementos dietarios por debajo de Brasil. El 45% de los colombianos los han consumido en algún momento de su vida.
Sin embargo, las empresas que venden suplementos en el país han manifestado su preocupación por el alza en los precios de los productos de este sector, generando que personas vendan a precios bajos las proteínas sin los estándares de calidad exigidos por los entes reguladores y, en algunos casos, poniendo en riesgo la salud de los clientes.
De acuerdo con ProScience, empresa que desarrolla y distribuye de suplementos alimenticios, el alto precio de los productos se debe a un problema de cadena de suministros a nivel mundial, teniendo en cuenta el alto valor de los fletes. Este impuesto tuvo un incremento significativo como consecuencia de la covid-1919 y el proceso de sanitización que realizan antes del respectivo desembarque.
“En ProScience velamos siempre por la salud de nuestros clientes y tenemos pleno conocimiento que el elevado precio de los suplementos se debe a dos factores: El primero es el aumento en el valor de los fletes que pagamos que, podemos decir que han duplicado su valor. Y el segundo es la dinámica internacional que ha provocado demoras en la distribución de los productos desde China y derivando la escasez en los puntos de venta” asegura Farid Naffah, fundador de ProSicence.
Actualmente, la compañía paga aproximadamente 25.000 USD en fletes cuando normalmente su valor oscilaba entre 9.000 USD a 10.000 USD.
“Han aparecido personas inescrupulosas que toman como excusa este problema global para afectar la industria de los suplementos y de los que trabajaron legalmente, empacando cualquier harina, vendiéndola a precios muy bajos, poniendo una etiqueta de una empresa que no cumple con lo legal y ofreciéndola a los clientes del mundo fitness. En ProScience nos preocupa esta situación porque sabemos lo importante que es para nuestros clientes alimentarse bien sin poner en riesgo su salud” afirma Naffah.
Cómo identificar que los suplementos son falsificados
La compañía entrega 5 consejos para saber comprar un producto 100% aprobado y supervisado:
-Buscar que el suplemento esté amparado bajo lo que se considera el marco legal, que vengan de una empresa registrada y controlada por el Invima. Esta información debe estar escrita en el empaque.
-Revisar que pertenezca a un lote y que tenga fecha de vencimiento. Esta información se encuentra en la etiqueta.
-Si el valor del suplemento se sale del rango de precio que maneja el mercado, posiblemente es falsificado.
-Buscar empresas con trayectoria y reconocidas en el sector y que comandan el mercado.
-Buscar referentes en el tema en redes sociales con influencers fitness que conocen el tema.
“Nuestro principal objetivo es enseñar a las personas a cuidarse, sean fitness o no, pero siempre por medio de la educación. Enseñar a nuestros clientes a conocer su cuerpo y qué es lo que realmente necesita es la prioridad. El mayor aporte que ProScience puede hacerle al mundo fitness es el conocimiento, por ello, visitamos varias regiones del país con nuestro equipo multidisciplinario y de forma gratuita le enseñamos a cientos de personas qué tipo de suplemento necesitan para llegar a su objetivo principal que es sentirse bien consigo mismo” puntualiza Naffah.
Lamentablemente, no existen pruebas caseras que puedan indicar que el producto comprado es adulterado o no, este tipo de procedimientos se deben realizar en un laboratorio especializado y las compañías reciben periódicamente visitas del INVIMA que aprueban sus productos para ser lanzados al mercado.