Es común que las personas se pregunten cuánta agua deben consumir al día para que este preciado líquido brinde beneficios reales a su salud. Sin embargo, la respuesta no es fácil.
Según el instituto de investigación Mayo Clinic, muchos estudios han generado distintas recomendaciones a lo largo de los años. Sin embargo, las necesidades individuales de agua dependen de muchos factores, incluida la salud, la edad, lo activa que es la persona y hasta su lugar de residencia.
No existe una fórmula única para todos, pero lo que sí es cierto es que este líquido ofrece una serie de beneficios muy importantes para el organismo. “El agua es el componente químico principal del cuerpo y representa aproximadamente del 50 % al 70 % del peso corporal. El cuerpo depende del agua para sobrevivir”, precisa la mencionada fuente.
Esto se debe a que cada célula, tejido y órgano del cuerpo necesitan agua para funcionar correctamente. Por ejemplo, el agua permite la eliminación de los desechos a través de la orina, la transpiración y las deposiciones, mantiene la temperatura en niveles normales, lubrica y amortigua las articulaciones y protege los tejidos sensibles.
Por el contrario, la falta de agua puede provocar deshidratación, trastorno al que se pueden enfrentar las personas cuando no hay suficiente líquido en el cuerpo para llevar a cabo las funciones normales. Solo una deshidratación leve puede agotar la energía y causar cansancio.
Aunque no se trata de una camisa de fuerza, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos determinaron que una ingesta diaria adecuada de líquidos es de aproximadamente 3,7 litros para los hombres y de 2,7 litros para las mujeres. “Aproximadamente el 20 % de la ingesta de líquidos diaria suele provenir de los alimentos y el resto de las bebidas”, dice Mayo Clinic.
Para bajar de peso
Uno de los muchos beneficios que se le atribuyen al agua es que puede ayudar a que las personas quemen grasa y bajen de peso.
En un artículo escrito para la AARP, organización estadounidense sin ánimo de lucro independiente, que atiende a personas mayores de 50 años, la doctora Diane Pérez cita un estudio publicado en Obesity: A Research Journal, según el cual luego de una dieta baja en calorías, las personas que tomaron un vaso de agua de medio litro antes de cada comida adelgazaron un 44 % más que quienes redujeron su consumo de calorías sin incrementar la ingesta de este líquido.
Según la experta, además de generar saciedad, el agua aumenta el gasto de energía mediante el mecanismo denominado termogénesis, es decir, una producción de calor a través de reacciones metabólicas que aceleran el metabolismo basal.
“Beber medio litro de agua, casi 17 onzas, agiliza el metabolismo en 30 % a solo 10 minutos de haber ingerido el líquido. El efecto máximo se alcanza entre 30 y 40 minutos después de la ingesta y permanece por más de una hora”, dice Pérez en su publicación.
Otro mecanismo mediante el cual el agua ayuda a adelgazar está relacionado con que este líquido es indispensable para metabolizar la grasa almacenada. De acuerdo con la publicación realizada en el portal de AARP, la experta explica que cuando las personas empiezan a deshidratarse, se reduce la tasa metabólica y como consecuencia el gasto de energía.
“Cuando se llega al punto de deshidratación moderada, hay un incremento en los niveles de cortisol en la sangre, que provoca un mayor almacenamiento de grasa y mayor apetito”, precisa.
A las anteriores funciones se suma que el agua evita las ganas de estas picando, especialmente alimentos que pueden engordar.
Según Pérez, para absorber los nutrientes las células requieren de agua, pero si el cuerpo no está lo suficientemente hidratado no puede absorber los nutrientes, lo que genera una sensación de carencia y antojo, especialmente por alimentos dulces o grasosos, lo que puede derivar en aumento de peso.
Así las cosas, mantener una ingesta adecuada de agua siempre será lo mejor para la salud. De acuerdo con Mayo Clinic, beber demasiada agua rara vez será un problema para los adultos sanos y bien alimentados.