A la enfermedad del hígado graso se le conoce también como esteatosis hepática y se presenta cuando la grasa se acumula en este órgano, el cual tiene dentro de sus funciones filtrar sustancias dañinas de la sangre y procesar nutrientes de alimentos y bebidas.
Demasiada grasa en el hígado puede causar inflamación, que puede dañarlo y crear cicatrices. En casos graves, esta cicatrización puede llevar a la insuficiencia hepática. Cuando este padecimiento se da en una persona que bebe mucho alcohol, se conoce como enfermedad del hígado graso por alcohol, explica el portal Healthline.
Cabe resaltar que el hígado graso (no por consumo de alcohol) es la enfermedad hepática más frecuente en el mundo, y la causa principal de la enfermedad crónica del hígado, que padece el 30 % de la población general.
En la mayoría de los casos, la causa de la enfermedad del hígado graso es la obesidad y un estilo de vida poco saludable, así como inactividad física. Además, según los especialistas de la Clínica Mayo, se puede convertir en una enfermedad hepática más seria, hasta llegar al trasplante de hígado, a la cirrosis, e incluso, al cáncer de hígado.
El portal Mejor con Salud, revela algunos consejos para limpiar de manera adecuada el hígado y prevenir enfermedades. Por ejemplo, el consumo de aguacate puede contribuir en este objetivo, ya que el primero, es considerado una grasa saludable y un alimento que protege este órgano y le aporta múltiples beneficios al organismo.
Así mismo, el portal de salud indica que el consumo de uvas puede ayudar a desinflamarlo incrementando los antioxidantes que previenen los daños en este órgano.
De la misma manera, el consumo frecuente de agua puede ayudar a limpiar no solo el hígado, sino los riñones manteniendo hidratado el cuerpo, es por esto, que se aconseja consumir hasta 8 vasos de agua diarios.
En esta lista de sugerencias para evitar enfermedades hepáticas, se encuentra una vez más, el no consumo de bebidas alcohólicas, ya que estas son procesadas por el hígado, y lo que ocasionan no es únicamente desmejorar su función, sino dañar sus células.
A lo anterior, se suma el consumo de café en la mañana, tal y como lo señala Mejor con Salud, una taza de café puede prevenir la aparición de cirrosis. Sin embargo, se recomienda consumir por lo menos hasta cuatro tazas al día, ya que puede afectar el sistema nervioso y desencadenar efectos secundarios no deseados como taquicardia, nerviosismo, fatiga, dolores de cabeza, entre otros, explica la Clínica Mayo.
Para limpiar el hígado graso y que quede como nuevo, se recomienda también tener una dieta saludable, y equilibrada con verduras como el brócoli y col de bruselas. Así mismo, acompañada de una buena alimentación, se requiere de una rutina de ejercicio que no solo fortalece los huesos y los músculos, sino que ayuda en las funciones vitales del organismo, evitando la acumulación de grasa.
Para lo anterior, el portal de salud ya citado, explica que se debe evitar el consumo del té de boldo que puede dañar el hígado, aunque se cree que esta bebida tiene beneficios para el mismo.
Por último, el consumo excesivo de medicamentos desgastan este órgano, por lo que pueden provocar enfermedades graves. Así mismo, como se debe reducir el consumo de alcohol, se debe hacer con fármacos que deterioran el hígado por su frecuente consumo.
Causas
- Consumo de bebidas azucaradas: las bebidas azucaradas como las gaseosas y las bebidas energéticas son altas en fructosa, que han mostrado ser la causa de acumulación de grasa en el hígado en niños y adultos.
- Deterioro de la salud intestinal: investigaciones recientes sugieren que tener un desbalance en las bacterias intestinales, problemas en la función de la barrera intestinal (“intestino permeable”) u otro problema de salud en esta zona puede contribuir para desarrollar hígado graso.
- Obesidad: la obesidad causa inflamación de grado bajo que puede promover la acumulación de grasa en el hígado. Se estima que del 30 % al 90 % de los adultos con sobrepeso tienen hígado graso y la afección está aumentando en niños.
- Exceso de grasa abdominal: las personas con un peso normal pueden desarrollar hígado graso si tienen “obesidad visceral”, esto quiere decir que tienen mucha grasa alrededor de la cintura.
- Resistencia a la insulina: se ha demostrado que la resistencia a la insulina y los niveles altos de insulina aumentan la acumulación de grasa en el hígado en personas con diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
- Ingesta elevada de carbohidratos refinados: la ingesta de carbohidratos refinados promueve la acumulación de grasa en el hígado, especialmente cuando personas con sobrepeso o resistentes a la insulina los consumen en cantidades elevadas.