Los ojos de los bebés deben ser cuidados de manera que faciliten el desarrollo de su visión. Los pequeños pueden tener conjuntivitis y, por eso, es necesario comprender que esta inflamación puede ser una infección, la cual debe ser atendida con prioridad.

La conjuntivitis puede estar presente en los dos ojos del bebé y los síntomas que el pequeño puede tener son lagrimeo, lagañas, enrojecimiento, picazón e hipersensibilidad a la luz.

La principal razón por la que un menor experimenta esta infección es por una obstrucción en el conducto lagrimal, una irritación ocasionada por los antibióticos tópicos administrados al momento del nacimiento, o una infección ocasionada por bacterias o virus transmitidos de la madre al hijo durante el parto, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC.

Desde luego, es importante mencionar que la conjuntivitis es contagiosa y es por ello que al momento de tratar esta afección en los ojos de un bebé, se debe también ser precavidos para no afectarse a sí mismo. Una de las maneras de transmitir esta enfermedad puede ser con los juguetes que el pequeño manipula y la concurrencia de espacios como parques o piscinas donde suelen haber una gran cantidad de personas.

Para evitar este contagio, los expertos aconsejan lavar las manos de los bebés constantemente, no compartir toallas o pañuelos, y enjuagar muy bien la ropa que utiliza diariamente. También, es necesario que al menor evite frotar o tocar sus ojos.

¿Cómo limpiar los ojos del pequeño?

Médicos pediatras señalan que no hay mejor opción que el uso de suero fisiológico, también advierten que el uso de infusiones de manzanilla no es recomendable pues puede aumentar la irritación visual del menor.

En ese sentido, el suero fisiológico al ser una solución acuosa de sal en agua no genera irritación y puede utilizarse junto a una bayetilla o toalla limpia para la limpieza de bebés con conjuntivitis de la siguiente manera:

  • Retirar las lagañas máximo tres veces al día.
  • Antes de aplicar una crema o medicamento recomendado por el médico pediatra, así habrá mayor penetración del producto.
  • Se puede utilizar con dos gasas posteriormente mojadas con suero tibio y ponerlas una en cada ojo.
  • Desplazando una gasa empapada de suero tibio, desde la nariz hasta el contorno completo del ojo.

De acuerdo con el portal web El Mundo, muchos bebés lloran demasiado porque el conducto de las glándulas lagrimales que circulan entre el ojo y la nariz es muy pequeño y estrecho. Por otro lado, el CDC especifica que existen varios tipo de conjuntivitis neonatal:

  • Conjuntivitis de inclusión (por clamidia): la Chlamydia trachomatis puede causar conjuntivitis de inclusión e infecciones genitales (clamidiosis). Una mujer que tenga clamidiosis sin tratar puede transmitirle estas bacterias al bebé durante el parto.
  • Conjuntivitis gonocócica: las bacterias Neisseria gonorrhoeae pueden causar la conjuntivitis gonocócica, así como la infección de transmisión sexual denominada gonorrea. Una mujer que tenga gonorrea sin tratar puede transmitirle estas bacterias al bebé durante el parto.
  • Otras conjuntivitis neonatales: las bacterias que normalmente residen en la vagina de la mujer y no se transmiten sexualmente, los virus que causan el herpes oral y el herpes genital, y daño grave a los ojos puede causas conjuntivitis en un bebé. De igual manera, la madre le puede pasar estos virus al pequeño durante el parto.