El paso de los años, además de sabiduría, también trae algunas complicaciones en la salud, motivo por el que es muy importante tener hábitos que ayuden a cuidar tanto la salud física como la cerebral, que, también por el envejecimiento, empieza a afectarse.
De acuerdo con un reciente estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, también referidos como CDC por sus siglas en inglés, y que forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, las personas que padecen una o dos afecciones crónicas tienen más probabilidad de reportar en la vejez problemas de la memoria, condición que se conoce también como deterioro cognitivo subjetivo (SCD, por sus siglas en inglés).
Según el informe, entre estas afecciones están la diabetes, las enfermedades cardiacas, la artritis, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc), el asma y las enfermedades renales. Sin embargo, el SCD se halló en mayor medida en adultos con epoc, enfermedades cardiacas, o quienes habían tenido un accidente cerebrovascular.
Esta condición, según explican los CDC, además de que puede hacer que sea difícil vivir en forma independiente y realizar actividades cotidianas, como cocinar, limpiar, manejar las afecciones y los medicamentos, también puede conllevar un detrimento de la salud como consecuencia de la pérdida de la memoria o confusión; de hecho, según la organización, en algunos casos el deterioro cognitivo subjetivo puede aumentar el riesgo de que las personas presenten la enfermedad de Alzheimer.
Por ese motivo, es importante adoptar comportamientos saludables que, según la ciencia, además de ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer, la diabetes y las afecciones cardiacas, también podrían reducir el riesgo de presentar deterioro cognitivo subjetivo.
Estas son algunas medidas que se pueden tomar para mantener un cuerpo y un cerebro más sano reseñadas por los CDC:
El primero de ellos es evitar el tabaco. Como ya es sabido, dejar de fumar ahora mejora la salud y reduce el riesgo de padecer múltiples enfermedades, entre ellas complicaciones cardiacas, cáncer y todo tipo de afecciones pulmonares.
En segundo lugar está prevenir y manejar la presión arterial alta. La presión arterial es la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de las arterias, motivo por el que cada vez que el corazón late y bombea sangre hacia las arterias, la presión arterial es más alta, siendo este un proceso normal. Sin embargo, cuando la presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, ocasiona que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede generar serios problemas de salud, como ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal, según explica el portal especializado Medline Plus.
Por ese motivo, y teniendo en cuenta que la presión arterial alta no tiene síntomas, es importante realizarse chequeos médicos regulares para que se detecte esta afección a tiempo. En ese caso, llevar una alimentación saludable para el corazón y hacer ejercicio pueden ser muy efectivos para controlar y disminuir la presión arterial alta.
Asimismo, es importante prevenir y manejar el colesterol alto y mantener un peso saludable, lo que implica llevar un estilo de vida con una dieta balanceada y actividad física habitual; dormir lo suficiente para que el cuerpo recupere su energía; manejar el azúcar en la sangre también por medio de chequeos médicos y recomendaciones del nutricionista; en caso de beber alcohol, hacerlo con moderación y manteniéndose activo, ya sea en actividades grupales o ejercicios individuales que ayuden a mantener el cuerpo y la mente activos.
Al respecto, el psiquiatra Miguel Sabogal García, presidente de la Asociación Colombiana de Salud Mental (Acsam), hace énfasis en que hay que cuidar con demasía el cerebro en todas sus etapas; sin embargo, una manera de prevenir a tiempo cualquier acción, es iniciar con estas precauciones desde niños, es decir, de cero a siete años, especialmente con una alimentación balanceada que provea al organismo de todo lo necesario para mantenerse saludable en otras etapas de la vida.