La circulación es el proceso mediante el cual el corazón bombea la sangre de una persona alrededor del cuerpo. Por esta razón, se considera la circulación como un elemento vital para los seres humanos. Y es que a medida que la sangre circula, distribuye oxígeno y nutrientes a las células del cuerpo y elimina también los desechos.

En ese sentido, la mala circulación es un síntoma común de la presión arterial alta y de enfermedades cardíacas, también puede ser la causante de estas condiciones. Uno de los primeros pasos en el aumento de la circulación pobre debe ser consultar a un profesional de la salud, también se puede hacer una serie de cambios cotidianos para ayudar a aumentar el flujo sanguíneo.

Por ello, la cardióloga Ana Luiza Lima, en una publicación del portal Tua Saúde, explica que esta afección se da por la dificultad de la sangre para pasar por venas y arterias debido a distintos factores, entre los más frecuentes una mala alimentación y vida sedentaria. Esta situación se puede identificar gracias a algunos síntomas como pies fríos, hinchazón, sensación de hormigueo y piel seca.

De acuerdo con el portal especializado en salud KidsHealth, existen varias formas para mejorar la circulación sanguínea.

1. Mantener un peso saludable

Este permite que la persona tenga un buen estado de salud y calidad de vida. Para mantener un peso saludable hay que equilibrar la cantidad de calorías que se consumen con la cantidad de calorías que el cuerpo gasta o quema. Además, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.

2. Hacer ejercicio

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar diariamente mínimo 30 minutos de alguna actividad física. “Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar”, explicó la organización. Además, las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20 % y un 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.

3. Practicar yoga

De acuerdo con el portal especializado en salud Medline Plus, el yoga es una práctica que conecta el cuerpo, la respiración y la mente. Además, combina posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación para mejorar la salud en general.

Expertos recomiendan la postura del arco en toga para fortalecer el sistema inmunológico. Foto: GettyImages. | Foto: Gettyimages

4. Comer pescado

El pescado es una proteína magra y saludable que contiene un tipo de grasa llamada omega-3 y ácidos grasos que puede ayudar a proteger el corazón. “Las personas que consumen pescado y otros mariscos corren un menor riesgo de presentar varias enfermedades crónicas. Sin embargo, no está claro si estos beneficios para la salud vienen simplemente por comer estos alimentos o del omega-3 en estos”, señaló el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

5. Tomar té

El té brinda, por ser un elemento natural, muchos beneficios para la salud. Según Cristina Olivos, nutrióloga citada por el medio chileno La Tercera, dentro de sus propiedades “se ha observado un efecto antioxidante y su protección al daño al consumir más de tres tazas al día por al menos dos semanas”. Además, los efectos antioxidantes que tiene esto podría mejorar la circulación, pues el té negro produce un efecto antiteratogénico. Es decir, que disminuye la acumulación de grasas en las arterias.