Para quienes son creyentes, encomendar sus proyectos y negocios en las manos de Dios es importante porque, según su credo, Él es el dueño y Señor del oro y de la plata, como se puede leer en el libro Hageo 2: 8-10: “Mía es la plata y mío es el oro”, afirma el Señor de los Ejércitos.
Además, las sagradas escrituras en el libro de Proverbios aconsejan poner “en manos del Señor todas tus obras y tus proyectos se cumplirán”. Una afirmación que para muchos es útil a la hora de emprender un negocio, ya que es la cobertura espiritual que indicaría una prosperidad económica.
De hecho, CVC La Voz recuerda algunos otros versículos de la Biblia en sus diferentes versiones que le recuerdan al creyente que Dios está en control de todo siempre y cuando confié en Él y obedezca, como por ejemplo:
“Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos?”, se puede leer en la versión de la Biblia Nueva Traducción Viviente (NTV).
Por otra parte, en Filipenses 4:19 manifiesta que: “Mi Dios, a su vez, rico y poderoso como es, proveerá a todas las necesidades que ustedes tengan, por medio de Jesucristo”.
Otro versículo es 1 Timoteo 6:10 de la versión bíblica Traducción en Lenguaje Actual (TLA) que dice: “Porque todos los males comienzan cuando solo se piensa en el dinero. Por el deseo de amontonar, muchos se olvidaron de obedecer a Dios y acabaron por tener muchos problemas y sufrimientos”.
Oración para pedirle prosperidad económica a Dios
Es así como muchos son los fragmentos bíblicos que hacen referencia a la economía y a la prosperidad, apuntando a la fidelidad de Dios. Incluso, uno de los personajes bíblicos más representativos es el rey David, siendo el Salmo 144: 13-15 parte de una plegaria y declaración para pedirle por la prosperidad económica:
“Nuestros graneros sean llenos, provistos de toda suerte de grano; nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos; nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma en nuestras plazas. Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová”, dice.
Oración a San Mateo para prosperar
Aciprensa también aconseja hacer la siguiente oración dirigida al apóstol Mateo:
“Glorioso San Mateo, miembro de la santa familia de los Apóstoles, que con la ayuda de la Misericordia del Altísimo lograste ganar paz en la tierra y gloria el cielo; tú que siendo recaudador de impuestos, no dudaste en abandonar todo y seguiste al Maestro hasta el final de tu vida terrena; que inspirado por el Espíritu Santo después de la Ascensión del Señor a los Cielos proclaman la Buena Nueva de su Palabra Y nos dejaste escrito en los Evangelios:
‘Según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán’, (Mt. 8, 15) te pido de corazón intercedas por mí y ruegues a Dios que ayude en mi negocio... (nombrar el proyecto ), yo pongo toda mi fe en ti, deposito mis esperanzas e ilusiones y confío en la misericordia del Señor, para que fructifiquen pronto las inversiones que he realizado.
Yo sé que es posible salir de esta mala situación, para ello necesito que aumente la clientela y las ventas para acrecentar los ingresos de dinero y así poder hacer frente a los pagos que se acumulan, solucionar los problemas económicos de mi familia y generar otros empleos para personas que lo precisan.
Te pido ayuda para que pueda obtener: (nombrar lo que se quiere conseguir para el negocio).
San Mateo, glorioso evangelista, en tus manos dejo la buena marcha de mi negocio, devuélveme la alegría de verlo prosperar, yo me esforzaré en todo lo que de mí dependa, y pondré todo mi esfuerzo y entusiasmo para que funcione perfectamente, ofreceré muy buena calidad en mis productos, seré animoso, atento, paciente y cortés con los que vengan a comprar para que se vayan satisfechos y regresen pronto.
San Mateo, dame tus bendiciones, despeja y abre mis caminos laborales al progreso, haz que la suerte me acompañe, aleja de mi negocio las envidias y los problemas, haz que no haya disgustos ni reclamaciones, que toda persona que en él entre se sienta bien atendido y dichoso de su compra, y sientan la necesidad de volver a mi negocio; haz que prospere y tenga buenos beneficios para salir de la ruina, vivir dignamente y tener tranquilidad y sosiego para que pueda dar una parte a los más necesitados.
Te lo pido por Jesucristo, nuestro hermano y Señor. Amén”.