La insulina es una hormona que permite que la glucosa (azúcar) penetre en las células para ser utilizada como fuente de energía, la cual es liberada por el páncreas.
En caso de que esta no cumpla bien esa función, se produce una acumulación de glucosa en la sangre generando lo que conoce como hiperglucemia que afecta con frecuencia a personas que tienen diabetes.
Cuando la persona tiene esta enfermedad significa que el cuerpo no produce suficiente insulina y no puede usarla tan bien como debería.
Es importante tener presente los síntomas para determinar con el médico el tratamiento a seguir: sensación de sed, sentirse cansado o débil, dolores de cabeza, orinar con frecuencia y visión borrosa, de acuerdo con el portal MedlinePlus.
De manera que, para evitar llegar a esa situación, se debe prestar atención a la insulina para controlar el aumento en los niveles de azúcar en la sangre y el almacenamiento de grasa.
La resistencia a la insulina ocurre cuando las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, lo que lleva a un aumento en los niveles de azúcar en sangre y al almacenamiento de grasa.
Y es que esta situación puede dificultar uno de los objetivos de millones de personas en el mundo que es reducir de peso, para lo cual los especialistas recomiendan un cambio en la dieta y mantener una permanente actividad física.
En el primer caso, tener una dieta balanceada y saludable implica priorizar el consumo de alimentos ricos en fibra, proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos de digestión lenta, como los encontrados en vegetales no almidonados y granos integrales, según el portal La vida lúcida.
La publicación también destacó que se deben evitar aquellos alimentos altamente procesados y azúcares refinados, que pueden generar picos altos en los niveles de glucosa en la sangre.
En relación con el consumo de alimentos la recomendación es controlar el tamaño de las porciones y prestar atención al horario de las comidas para mantener un régimen estricto de manera que haya una disciplina en ese sentido.
Frente a esto último, la recomendación es evitar saltarse comidas, por cuanto hacerlo podría afectar el equilibrio de la glucosa en el cuerpo y aumentar el apetito.
“Comer porciones más pequeñas y con mayor frecuencia puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre estables y evitar que se disparen”, destacó la publicación.
Actividad física
Una dieta saludable y balanceada debe estar acompañada de una permanente actividad física, tanto para lograr el objetivo de reducir peso como para mejorar la sensibilidad a la insulina.
Entre las opciones que parta mantener una buena condición física se encuentran caminar, nadar, hacer yoga o montar en bicicleta, eso ayudará a quemar calorías.
Otro de los factores que pueden aportar a ese objetivo es descansar lo suficiente y manejar el estrés sobre todo en personas con resistencia a la insulina.
El consejo es dormir lo suficiente, entre 7 y 9 horas por noche, ya que ayuda a regular las hormonas relacionadas con el apetito y la saciedad.
Igualmente, se debe evitar el estrés, por lo que entre las formas para manejarlo se encuentran “la meditación, el yoga o la práctica de hobbies relajantes, puede ayudar a reducir el riesgo de comer emocionalmente y contribuir a un mejor equilibrio hormonal”, de acuerdo con La vida lucida.
Pese a esas recomendaciones que son importantes y que dependen de la persona exclusivamente, también se deben tener en cuenta las recomendaciones y tratamientos de un médico.
Por ello, un buen análisis médicos y los parámetros que pueda establecer un nutricionista son fundamentales, ya que el consumo de algunos alimentos y el tratamiento para bajar de peso harían parte de un plan personalizado. Además, se podrá hacer un seguimiento a la evolución que se vaya presentando.
Las personas con resistencia a la insulina deben entender que estas estrategias no tienen resultados de un día para otro, por lo que es importante ser perseverante y paciente “para mantener una rutina saludable a largo plazo y lograr una pérdida de peso sostenible”.