El brócoli es un alimento con grandes propiedades y que aporta al organismo vitaminas C, B1, B2, B3, B6, además de elementos esenciales como el calcio, potasio, selenio, fósforo, magnesio y hierro; sin embargo, muchas personas prefieren evitarlo en la cocina al no saber cómo se prepara de la manera correcta.
Los especialistas aseguran que esta hortaliza es muy buena a la hora de intentar contener algunos tipos de cáncer, así como para ayudar al sistema cardiovascular y contribuir con sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por lo que no sobre como ingrediente en cualquier plato que se quiera llevar a la mesa.
Las dudas sobre su cocción lo relegan algunas veces, pero resulta que es muy fácil de preparar y de incluir en muchas recetas.
¿Cómo cocinar el brócoli de forma correcta?
Lo primero que debe hacer es prestar atención a la hora de comprarlo; si tiene un tono amarillo no lo haga, pues se recomienda que tenga un color verde intenso, lo que indica que tiene activas todas sus propiedades y que está en el punto correcto para ser consumido.
Su textura también debe ser la correcta, no puede estar blando y debe conservarse en la nevera, especialmente, en los compartimientos destinados a las verduras.
Cuando desee prepararlo, lo que recomiendan es colocarlo en un bol con agua, es bueno agregarle unas gotas de vinagre para que el olor del brócoli no se expanda por toda la casa. Otro truco es que los ramilletes que se cortan sean del mismo tamaño para que la cocción se dé por igual en todos ellos.
Lo siguiente es llevarlos a un sartén a fuego medio con una cucharadita de sal. Debe dejar que hierva, ese será el momento indicado para meter el brócoli cortado y cuando el agua vuelva a hervir calcule entre 3 y 4 minutos para retirarlo del fogón.
A continuación lo podrá disponer sobre una bandeja para empezar a emplatar; si no planea utilizarlo de inmediato, devuélvalo al bol y almacénelo con hielo para consumirlo minutos después. Si quiere preservarlo, dispóngalo en un recipiente hermético y guárdelo en la nevera.
El brócoli es saludable para la piel
Como mencionamos anteriormente, el consumo de brócoli dota al organismo de una buena cantidad de vitamina C, una vitamina esencial en la producción de colágeno, proteína abundante en el cuerpo que conforma varias partes como los tendones, ligamentos, músculos y la piel.
Para la piel, es especialmente positivo su consumo, pues contiene calcio, ácido fólico, minerales y antioxidantes que ayudan a que se vea sana y tersa. Por otro lado, es un alimento que refuerza la salud del cabello y las uñas.
El brócoli depura el organismo
Otra de las características importantes del vegetal es que alberga entre sus componentes importantes propiedades antioxidantes que benefician al organismo, eliminando radicales libres y el conocido ácido úrico.
Además, evita el estreñimiento y ayuda a las personas con afecciones cardíacas. Según expertos, el brócoli ayuda a prevenir accidentes cardiovasculares, gracias a su alto contenido en vitamina K y sulforafano, compuesto que protege a las arterias de los bloques que pueden ocasionar ataques cardíacos.
Diferentes estudios han evidenciado que el brócoli es efectivo a la hora de reducir el colesterol malo, incluso en un 5 o 6 %. Según Diego A. Moreno, investigador del CEBAS-CSIC, el brócoli también favorece con la aportación de selenio, glucosinolatos, flavonoides y otro tipo de nutrientes, concentrando grandes cantidades de antioxidantes que ayudan en la eliminación de toxinas del organismo.
Por qué es tan importante que el brócoli aporte vitamina C al organismo
- Refuerza el sistema inmune.
- Combate el resfriado común.
- Es fundamental para la salud de la piel por su poder antioxidante y su ayuda en la producción de colágeno.
- Ayuda a reducir los efectos de las alergias respiratorias.
- Reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
- Rebaja los niveles de ácido úrico.
- Ayuda a la mejor absorción del hierro.
- Previene la pérdida de memoria.
- Previene enfermedades cardíacas.