El colesterol es una sustancia muy particular. Por un lado, tiene un efecto negativo para la salud, cuando se acumula en exceso en el revestimiento de las arterias, afectando con ello el bienestar del corazón.
Por otra parte, lo curioso es que esta misma sustancia es capaz de eliminar la cantidad sobrante de colesterol en el organismo, en su versión buena. Según la Fundación del Corazón, el colesterol es un compuesto fundamental en la estructura celular, que consiste en una sustancia de tipo grasoso.
Cuando se adhiere con la lipoproteína de baja densidad, conocida como LDL, se forman cúmulos de colesterol que se quedan en los vasos sanguíneos y no son desechados por el organismo. Es a este al que se le conoce como colesterol malo y los niveles elevados de esta sustancia en la sangre deterioran significativamente la salud del corazón.
Healthline señala que mientras esos vasos sanguíneos estén limpios y despejados, la sangre puede fluir libremente. Sin embargo, a veces se acumulan pequeñas obstrucciones dentro de los vasos sanguíneos. Estas se conocen como placas que se desarrollan cuando el colesterol se adhiere a la pared de la arteria. Por esta razón, es importante cuidarlas y mantenerlas en buen estado.
Por ello los médicos advierten de la importancia de regular las cantidades de este componente en el cuerpo, debido a que no hacerlo puede poner en riesgo la vida. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, entre las consecuencias de la acumulación de este compuesto en el sistema circulatorio se encuentran enfermedades cardíacas como las arterias coronarias.
Entre las recomendaciones de los especialistas para regular las cantidades de colesterol malo en la sangre, se indica que la alimentación es uno de los factores que inciden positiva o negativamente en su control. Hay ciertos ingredientes presentes en las comidas que pueden favorecer la acumulación de colesterol en el cuerpo, mientras que otros, en cambio, pueden ayudar a disminuirlo.
La cebolla morada forma parte de este último grupo, destacándose por una diversidad de propiedades nutricionales. De acuerdo con la guía de alimentos del portal Cuerpo Mente, la cebolla morada se caracteriza justamente por su llamativo color y por ser un ingrediente ampliamente utilizado en la gastronomía.
En la composición nutricional de este alimento se destaca que contiene gran cantidad de agua, siendo este nutriente equivalente a más del 80 % de su peso. Además, se resalta su aporte de minerales esenciales como el silicio, el magnesio y el zinc, esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo.
Asimismo, la cebolla morada es rica en otros micronutrientes como el calcio y el potasio, los cuales inciden activamente en el desarrollo y fortalecimiento de las estructuras muscular y celular.
Los beneficios de su consumo son variados. De acuerdo con el portal UnCÓMO, su ingesta es altamente beneficiosa para mantener al margen las cantidades de colesterol LDL en el organismo, es decir, en su versión mala.
Precisamente, gracias a este efecto, tiene un efecto bondadoso para la circulación de la sangre por el cuerpo, proceso necesario para la oxigenación del organismo y su correcto funcionamiento.
Este efecto se debe a su contenido rico “en algunos aceites esenciales como la aliina y la alicina”, detalla el referido portal.
Para gozar de estas propiedades se puede agregar este alimento a la dieta, porque además tiene un sabor picante y fuerte, que suele ir muy bien con diferentes preparaciones, como ensaladas, encurtidos, con otras verduras y como acompañante en las comidas.
“Para que su efecto sea real, es necesario aumentar su consumo. Generalmente, se comen cantidades relativamente pequeñas”, indican desde la sección de nutrición del portal Salud 180.
De ninguna manera, este artículo constituye una recomendación médica profesional, por lo que antes de hacer cualquier cambio en la alimentación se sugiere consultarlo con los especialistas. Además, se recalca que no basta con la alimentación para tener buena salud, también es clave realizar actividad física regular y tener buenos hábitos de vida.
La cebolla, el ajo y el limón son ingredientes que no pueden faltar en la cocina. En la alacena o muebles, estos productos están ahí para acompañar a una variedad de platos. Sin embargo, los tres elementos se pueden mezclar para crear consumos caseros que el cuerpo agradecerá.
La médica y especialista en Cirugía General, Maricela Jiménez López, afirma que la cebolla, el limón y el ajo son llamados los ‘super poderosos’, debido a que contribuyen a aliviar molestias de todo tipo, siendo beneficiosos para la salud.
En primer lugar, la Fundación Española de Nutrición (FEN) indica que la cebolla es alimento rico en fibra, debido a que tiene potasio, vitamina C, proteínas, flavonoides y compuestos azufrados. Adicionalmente y al igual que la mayoría de las hortalizas, la cebolla tiene un aporte calórico bajo.
Ángela Carbajal Azcona, profesora Titular del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, señala que con respecto a sus propiedades, este producto tiene pequeñas cantidades de hidratos de carbono (-3,9 %), proteína y no contiene grasa y colesterol. Adicionalmente, se destaca por la cantidad y calidad de fibra dietética.
El segundo ingrediente con ‘super poderes’ es el ajo. La FEN señala que este alimento contiene proteínas, yodo, fósforo, potasio, vitamina B6 y compuestos sulfurados. Adicionalmente, la propiedad de la alicina genera que al consumirla, se mejore la salud cardiovascular, se regule la presión arterial y el colesterol, y de desinflamen zonas del cuerpo afectadas.
Miguel Ángel Martínez Olmos, miembro del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), afirmó al portal web de Cuídate Plus, del Diario Marca, que “el ajo contiene cantidades significativas de algunos micronutrientes como el manganeso, la vitamina B6, la vitamina C y el selenio, y es bajo en calorías. Es rico en polifenoles y otras sustancias antioxidantes, que aumentan más en el ajo negro”.
Por sus propiedades antioxidantes, el consumo de ajo ayuda a las personas con condiciones médicas relacionadas a la hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes.
“El ajo tiene propiedades hipotensoras e hipolipemiantes, mejorando la circulación sanguínea y ayudando a personas con problemas de colesterol. También es un antiagregante plaquetario, por lo que su consumo excesivo o en formas concentradas puede interferir en los medicamentos anticoagulantes”, indica Martínez Olmos.
Por último, el tercer producto que completa la triada es el limón. Jiménez López afirma que esta fruta cítrica cuenta con vitamina C, flavonoides y ácidos orgánicos. Además, tiene propiedades antioxidantes y antibacterianas. “Los limones son una rica fuente de vitamina C, un poderoso antioxidante. De hecho, un limón exprimido proporciona alrededor del 21% del valor diario (VD) de una persona”, informa el portal web Medical News Today.
Al mezclar los tres ingredientes en un jarabe, infusión o en la comida, los minerales, vitaminas, propiedades antioxidantes y otras características, se incrementan y complementan al interior del organismo. En la cultura popular, los tres alimentos con ‘súper poderes’, se utilizan frecuentemente en el jarabe para la tos.
Su preparación es la siguiente:
- Pelar los ajos, picarlos y molerlos en un mortero hasta conseguir una especie de pasta.
- Pelar la cebolla y rallarla encima de los ajos; también rallar la raíz de jengibre.
- Exprimir el zumo de los limones y añadirlo, junto con la miel a la preparación.
- Tapar y dejar reposar toda la noche (unas 8 horas).
- Pasado este tiempo, filtrar y verter en un frasco de vidrio con tapa.
- Conservar en el refrigerador durante un par de semanas como máximo.