La diabetes es una enfermedad frecuente en el mundo, además de tener tendencias hereditarias en grupos raciales o étnicos, como los afroamericanos, estadounidenses de origen asiático, hispanos o latinos, nativos de las Islas del Pacífico, entre otros; estos mismos pueden estar en riesgo de heredar padecimientos como la obesidad o el sobrepeso, según recoge el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés).
“En 2019, esta enfermedad causó de forma directa 1,5 millones de defunciones. Sin embargo, para calcular con más exactitud la mortalidad ocasionada por la diabetes deberían añadirse las defunciones causadas por las enfermedades cardiovasculares, la insuficiencia renal crónica y la tuberculosis que provoca la glucemia superior a la adecuada”, aseguró la OMS con respecto a las cifras de personas que padecen la enfermedad.
De acuerdo a la OMS, entre 2000 y 2016 se registró un incremento del 5 % en la mortalidad prematura por diabetes, siendo un continuo aumento desde 2010 tanto en países de altos ingresos como en los de ingresos medianos y bajos. Esto a pesar de los tratamientos que se han desarrollado y que se tiene habilitados en países con más recursos.
Con respecto a la forma en cómo se produce la enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó que esta se da “cuando el páncreas no secreta la suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula la concentración de glucosa en la sangre, es decir, la glucemia”, así entonces, los problemas en la salud que se derivan de este diagnóstico pueden dañar gravemente órganos y sistemas, pero sobre todo los nervios y los vasos sanguíneos.
Entre otras complicaciones, el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, afirma que también se puede llegar a sufrir daños en los riñones, desarrollar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales e incluso, en casos extremos se llegaría a la necesidad de amputar un miembro.
Otro de los órganos que se ha visto gravemente afectado por esta enfermedad son los ojos, ya que en casos avanzados de diabetes, las personas que la padecen pueden llega a quedar ciegas. Ante este panorama, es importante tener a la mano alternativas para prevenir este flagelo y reducir los síntomas del padecimiento, así como cuidar la salud ocular.
Según recoge el portal Beyond Type, uno de los problemas más frecuentes es la retinopatía diabética, “los expertos estiman que alrededor de medio billón de ojos serán afectados a causa de la retinopatía diabética para el año 2030. Esto puede provocar ceguera después de los 20 o 30 si no se sigue un tratamiento”, confirma el portal sobre el daño que puede causar la diabetes en los ojos.
“La retinopatía diabética, que se debe a la acumulación con el tiempo de lesiones en los capilares de la retina, es una causa importante de ceguera (causa el 2,6% de los casos de ceguera en el mundo)”, confirmó la OMS al respecto de esta enfermedad.
Ante esto, hacen un llamado a mantener una dieta escrita con respecto al control del azúcar, afirmando que mantener la enfermedad controlada puede ser el mejor mecanismo para prevenir las complicaciones en los ojos. “Es importante recordar que varias personas que experimentan la retinopatía diabética no presentan síntomas, pero deben ser examinadas anualmente para evaluar el progreso de la enfermedad”, recalcó el portal, advirtiendo a los pacientes para que se cuiden ante las inclemencias de la enfermedad.
Además de mantener un control rígido en el consumo de azúcares, el OMS también insiste en, “tomar una alimentación saludable, sin azúcar ni grasas saturadas; y no consumir tabaco, puesto que fumar aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares”, como mecanismos de prevención contra la diabetes.