La diabetes es catalogada como una enfermedad crónica por la Organización Mundial de la Salud (OMS); por lo general, es diagnosticada en pacientes mayores de 35 años, sin embargo, debido a los malos hábitos alimenticios y al sedentarismo, tan característico de las nuevas generaciones; jóvenes, e incluso adolescentes son diagnosticados con este padecimiento con más frecuencia.
Cuando los niveles de glucosa en la sangre no se controlan, pueden ocasionar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores, según explicó la entidad internacional mencionada anteriormente.
El portal de la Biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, Medlineplus, menciona que cuando un paciente es diagnosticado con diabetes quiere decir que sus niveles de glucosa (azúcar) en la sangre se encuentran elevados y a su vez explica las causas más frecuentes, ya que esta enfermedad se divide en dos subtipos.
- La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmune ataca y destruye las células beta del páncreas, que son las que producen la insulina. Los investigadores que han analizado esta patología han determinado que este tipo de diabetes se da, por lo general, gracias a la influencia de factores genéticos o aquellos presentes en el ambiente.
- Por otra parte, la diabetes tipo 2 es la más diagnosticada y se da debido al estilo de vida que lleve una persona o también por factores genéticos. Un paciente obeso o con sobrepeso es más propenso a ser diagnosticado con esta patología, al igual que una persona sedentaria.
Medlineplus brinda algunas recomendaciones para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2. Lo primero y más importante es hacer cambios en el estilo de vida, esto no solo reducirá el riesgo de ser diagnosticado con dicha patología, sino que traerá múltiples beneficios para la salud del cuerpo en general.
- Mantener un peso adecuado: esto es de suma importancia, ya que las personas que padecen de obesidad o tienen el peso elevado tienen mayor riesgo de padecer diabetes. Para reducir esos kilos de más, lo mejor es acudir a una consulta con un nutricionista para que este brinde un plan de alimentación adecuado para cada paciente, en donde indique qué alimentos se deben limitar y cuáles se deben evitar para prevenir la diabetes y bajar de peso.
- Alimentarse de manera sana y equilibrada: hay que aumentar el consumo de frutas y verduras y a su vez hay que limitar e incluso erradicar de la dieta las bebidas gaseosas o jugos industrializados que tienen un alto contenido de azúcar, también hay que evitar la ingesta de productos ultraprocesados. Es relevante priorizar la ingesta de carnes magras y pescados y reducir el consumo de carnes rojas y embutidos.
- Realizar actividad física con frecuencia: el ejercicio ayuda a bajar de peso y a su vez reduce los niveles de azúcar en la sangre. El medio especializado en temas de salud indica que como mínimo se debe hacer ejercicio durante 30 minutos consecutivos cinco días a la semana. Cuando el paciente ha sido sedentario la mayor parte de su vida se recomienda consultar con un profesional para que él indique cuáles son los ejercicios más adecuados para su condición física.
- Evitar el tabaco: “fumar puede contribuir a la resistencia a la insulina, lo que puede llevar a tener diabetes tipo 2″. Si ya se fuma, el portal sugiere intentar dejarlo.