El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el caso de los adultos, la OMS define el sobrepeso y la obesidad como se indica a continuación:

  • sobrepeso: IMC igual o superior a 25.
  • obesidad: IMC igual o superior a 30.

Además, la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Es decir, un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa y, un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.

Asimismo, un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares), los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante) y, algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).

En consecuencia, la organización explicó que el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades no transmisibles vinculadas, pueden prevenirse en su mayoría y para hacerlo las personas pueden optar por limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares, aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos; y realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).

No obstante, algunos pacientes no responden de forma adecuada a los cambios saludables en el estilo vida y es posible que reúnan las condiciones para someterse a las siguientes intervenciones quirúrgicas, según el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos.

  • Cirugía de derivación gástrica. Se conecta una parte pequeña del estómago a la parte media del intestino a fin de que los alimentos no pasen por la primera parte de este. De esa manera, se reduce la cantidad de alimento que se puede consumir y la cantidad de grasa que el cuerpo puede absorber y acumular.
  • Gastrectomía. Se retira gran parte del estómago para reducir la cantidad de alimento que se puede consumir.
  • Banda gástrica. Se coloca una banda hueca alrededor de la parte superior del estómago para crear un estómago más pequeño y reducir la cantidad de alimento que se puede consumir.

De todos modos, antes de consumir algún medicamento o iniciar un tratamiento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona.

Brazo de médicos en escalas médicas con sobrepeso | Foto: Copyright Dazeley

Por su parte, el objetivo del tratamiento contra la obesidad y sobrepeso es alcanzar y mantener un peso saludable. Además, de acuerdo con Mayo Clinic, el objetivo inicial del tratamiento suele ser una pérdida de peso modesta: entre el 5 % y el 10 % de tu peso total. Esto significa que si pesas 91 kg y tienes obesidad según los estándares del IMC, solo tendrías que bajar alrededor de de 4,5 kg a 9 kg para que tu salud empiece a mejorar. Sin embargo, cuanto más peso pierdas, mayores serán los beneficios.

No obstante, tenga en cuenta que las dietas de una semana no son eficientes para bajar de peso, porque, de acuerdo con expertos en el tema, esto podría ocasionar efecto rebote (se recupera el peso perdido cuando se termina la dieta rápida). Asimismo, se puede ocasionar que la persona se estanque en el peso. Es decir, no sube ni baja de peso.

“Las personas que pierden peso rápidamente en comparación con las que lo pierden lentamente no obtienen ningún beneficio adicional para la salud y es la cantidad de peso perdido en general lo que puede tener un impacto”, señaló un estudio sobre el tema de la Universidad de York en Inglaterra.