El hipo podría catalogarse como una de las molestias más incómodas del ser humano, ya que genera ruido, ahogamiento y vergüenza a las personas que lo padecen.

En concreto, se trata de un movimiento involuntario (espasmo) del diafragma, el músculo que se encuentra en la base de los pulmones. El espasmo es seguido de un cierre rápido de las cuerdas vocales. El cierre de estas es el que produce el sonido característico del hipo, según el portal de salud MedlinePlus.

Los expertos de la Clínica Mayo afirman que esta molestia puede deberse a una comida abundante, las bebidas alcohólicas o las gaseosas o a una emoción repentina. Además, en algunos casos, el hipo puede ser el signo de una enfermedad no diagnosticada. Sin embargo, para la mayoría de las personas, un ataque de hipo suele durar solo unos minutos.

Jonathan Gotfried, médico del Lewis Katz School of Medicine en Temple University, señala que los episodios breves de hipo (que duran unos pocos minutos) son muy habituales. En ocasiones, el hipo persiste durante algún tiempo, incluso en las personas sanas. A veces el hipo puede durar más de 2 días o incluso más de 1 mes.

El hipo puede deberse a una comida abundante, bebidas alcohólicas o gaseosas, o una emoción repentina. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Los factores en el estilo de vida que pueden ocasionar el hipo incluyen:

  • Comer muchas cantidades o demasiado rápido.
  • Consumir bebidas carbonatadas.
  • Beber alcohol.
  • Estar expuesto a cambios rápidos de temperatura.
  • Consumir alimentos picantes.
  • Estar estresado o emocionalmente entusiasmado.

Remedios caseros para el hipo

  • Taparse la nariz y hacer fuerza para soltar el aire contrayendo el tórax, llamada maniobra de Valsalva, que es otra forma de estimular los nervios del tórax;
  • Simular un estornudo, ya que esto ayuda al diafragma a que funcione de manera adecuada.
  • Aguantar la respiración lo máximo que se consiga o respirar dentro de una bolsa de papel, ya que aumenta los niveles de CO2 en la sangre y estimula el sistema nervioso;
Uno de los trucos para quitar el hipo es aguantar la respiración lo máximo que se consiga. | Foto: Getty Images
  • Respirar profunda y lentamente, para estirar el diafragma y los músculos de la respiración.
  • Agarrar un susto o reírse bastante, porque libera adrenalina que interfiere en el funcionamiento cerebral y estimula los nervios musculares.
  • Beber un poco de agua con el cuerpo inclinado hacia delante o hacia abajo, ya que esto relaja el diafragma.
  • Presionar el diafragma ya que el diafragma separa el abdomen de los pulmones. Utilizar las manos para aplicar presión en el área justo debajo del extremo del esternón.
Comer una cucharada de azúcar, vinagre, miel, limón o jengibre, ya que son sustancias que estimulan las papilas gustativas. | Foto: profeta
  • Comer una cucharada de azúcar, vinagre, miel, limón o jengibre, ya que son sustancias que estimulan las papilas gustativas, sobrecargan los nervios de la boca y ocupan el cerebro con otros estímulos, haciendo relajar el diafragma.
  • Colocarse una compresa fría en la cara, para ayudar a controlar a respiración.
  • Golpear o frotar la parte de atrás del cuello. Frotar la piel en la parte de atrás del cuello puede estimular el nervio frénico.
  • Tocar el fondo de la garganta con un hisopo de algodón. Colocar suavemente el hisopo/topito de algodón en el fondo de la garganta hasta que se sienta náusea o la persona tosa. El reflejo de náusea puede estimular el nervio vago.
  • Abrazar las rodillas. Sentarse en un lugar cómodo. Llevar las rodillas hacia el pecho y sostenerlas allí durante dos minutos.

Prevención

  • Comer más lento.
  • Comer cantidades más pequeñas por porción.
  • Evitar los alimentos picantes.
  • Beber menos alcohol.
  • Practicar técnicas de relajación, como respiración profunda o meditación para reducir el estrés.
  • Evitar las bebidas carbonatadas o gaseosas.