El cuidado de la piel es de gran importancia, considerando que se trata del órgano más grande del cuerpo y, al tiempo, uno de los más expuestos a daños. La dermis es susceptible de lesionarse por factores externos, pero también padece las consecuencias de procesos internos, como el envejecimiento natural.

Ante esto, tener una rutina adecuada es fundamental, dependiendo también de los cambios propios de la edad. Por ejemplo, durante la adolescencia, y muchas veces durante la edad adulta, suelen aparecer afecciones dermatológicas, tales como el acné o los llamados puntos negros.

Estas condiciones tienden a generar inseguridad por la apariencia de la piel, pero además suele ser el origen de algunas de las marcas que se conservan durante la edad adulta, como las manchas, cicatrices o huecos en la piel.

Cuídate Plus, portal sobre salud y bienestar, explica que los puntos negros se producen por un cúmulo de sebo debajo de la piel, obstruyendo los poros de la piel y tornándose de un color negro, de ahí toma su nombre. Se trata de una condición que puede ser dolorosa, debido a que pueden aumentar en tamaño y dificultar su extracción, acumulando suciedad en la zona afectada.

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Los expertos coinciden en que la manera idónea para prevenir y eliminar los puntos negros es por medio de una rutina del cuidado de la piel, priorizando la higiene sobre cualquier cosa. Dos pasos dentro de la limpieza son fundamentales: el primero es lavar el rostro empleando un jabón neutro que no genere alergias ni irritación en la piel y, el segundo punto, es añadir un exfoliante por lo menos dos veces a la semana.

Igualmente, algunos remedios caseros son famosos por ser complementarios al tratamiento de esta condición de la piel. Uno de estos aliados es el vapor de agua, el cual puede emplearse para facilitar la extracción de los puntos negros del rostro.

De acuerdo con el portal Mejor con Salud, la manera de utilizarlo es muy sencilla. En caso de no contar con un vaporizador, disponible hoy en el mercado, se puede optar por calentar una basta cantidad de agua y esperar a que alcance una alta temperatura, lo necesario para producir vapor.

Luego, se debe posar el rostro a una distancia considerable del agua para recibir el vapor; cabe decir que este proceso se debe realizar previniendo cualquier quemadura, bien sea con la olla o con el propio vapor.

Un truco que puede ayudar a recibir el vapor directamente es poner una toalla cubriendo la cabeza y casi que ‘abrazando’ el vapor por los lados. Pasados unos minutos, se retira el rostro del calor y se extraen los puntos negros.

Cabe decir que la recomendación principal de los dermatólogos es procurar no reventar las espinillas ni forzar la piel de ninguna manera, puesto que ello solo podría agravar las heridas, haciéndolas susceptibles a infecciones. En todo caso, para mitigar este riesgo se aconseja emplear un paño limpio para generar presión sobre la zona donde estén dichas imperfecciones, en lugar del contacto directo de las manos con la piel.

El acné y los puntos negros se generan con mayor frecuencia en pieles grasas. | Foto: Foto: GettyImages

Por otra parte, detallan desde el portal de salud unCÓMO, se puede complementar la rutina de cuidado facial con una mascarilla a base de yogur natural, siendo este ingrediente especialmente beneficioso para aportar suavidad al cutis. De acuerdo con el referido medio, solo es necesario poner este ingrediente sobre la piel de la cara y dejar actuar por un tiempo no mayor a 30 minutos.

Para mejorar el resultado progresivo de esta mascarilla, se le puede añadir otras sustancias como vinagre o el zumo de limón.

De ninguna manera, este artículo sustituye la recomendación de los profesionales, por lo que se insta a las personas a consultar a un dermatólogo antes de realizar cualquier tratamiento en casa.