La enfermedad por hígado graso ocurre cuando se acumula grasa en este órgano, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

De hecho, indicó en su portal web que la enfermedad por hígado graso afecta a cerca del 25 % de la población en el mundo.

El hígado graso se puede presentar por la ingesta de una alimentación inadecuada. | Foto: Getty Images

Además, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos señaló que ciertas afecciones de salud, como la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2, aumentan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.

Ahora bien, es importante indicar que, en general, la enfermedad de hígado graso es una afección silenciosa que tiene pocos o ningún síntoma, pero si se presentan síntomas, se puede sentir cansancio o tener molestias en el lado superior derecho del abdomen y para diagnosticar la enfermedad expertos de la salud realizan algunas preguntas como si se consume alcohol, qué medicamentos se toman y también es probable que soliciten un examen de sangre, incluyendo pruebas de función hepática y análisis de sangre.

El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo. | Foto: yodiyim/Getty Images

Dicho lo anterior, si se diagnostica la enfermedad, es importante tener una dieta baja en calorías para combatir el hígado graso y el portal portugués de salud, nutrición y bienestar ‘Tua Saúde’ reveló que los alimentos que se deben priorizar en la dieta para hígado graso son:

  • “Frutas frescas y naturales, como manzana, pera, piña, durazno, papaya, fresas, kiwi, mandarina, naranja, plátanos, melón, sandía, arándanos, frambuesas, limón, ciruela y guanábana;
  • Vegetales frescos, como calabacín, rúcula, espinacas, berenjena, lechuga, tomate, cebolla, zanahoria, coles, pimentón, ajo, ejotes y berro;
  • Granos y tubérculos, como los frijoles, lentejas, garbanzos, papa y batata;
  • Cereales integrales, como arroz integral, pan integral, pasta integral, arroz salvaje o negro, quinoa y avena en hojuelas;
  • Proteínas con poca grasa, como huevos, tofu, pollo, pavo y pescados de carne blanca;
  • Leche y derivados con poca grasa, como leche y yogur descremados, y quesos blancos como requesón (ricotta) y cottage”.
Una alimentación saludable es clave para prevenir enfermedades. | Foto: Getty Images

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, otros hábitos para combatir el hígado graso son:

1. Hacer ejercicio: Las recomendaciones son hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de ambas.

2. Tener una dieta saludable: Según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, hay que elegir una dieta saludable basada en plantas que sea rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables.

3. Recibir vacunas contra enfermedades como la hepatitis A y la hepatitis B.

4. Reducir los niveles de colesterol y triglicéridos.

5. Manejar afecciones médicas como la diabetes o la hipertensión arterial.

6. No beber alcohol o procurar hacerlo con moderación y para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.

7. Evitar el consumo de tabaco.

8. No automedicarse.

9. Evitar la exposición al uso de químicos y sustancias tóxicas.

10. Realizarse chequeos anuales y es importante acudir a un internista, gastroenterólogo o a un hepatólogo para que puedan revisar cómo está el hígado.