Una de las afecciones al corazón más comunes es un ataque cardiaco, el cual se produce cuando se bloquea el flujo de sangre que va al corazón y, por lo general, se da cuando existe una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias que forman una placa en las arterias que alimentan el corazón.
En algunos casos, estas placas se rompen y forman un coágulo que bloquea el flujo de sangre, lo que puede generar con el tiempo el daño o la destrucción de una parte del músculo cardiaco.
Esta enfermedad, a la que también se le denomina infarto de miocardio, puede ser mortal, aunque los tratamientos han mejorado mucho con los años, por lo que se debe acudir lo antes posible al servicio de emergencia si se sospecha un ataque de estos.
Entre los síntomas más comunes están: sentir presión, opresión, dolor o sensación de compresión, o dolor en el pecho o en los brazos, que puede propagarse hacia el cuello, la mandíbula o la espalda; náuseas, indigestión, ardor de estómago o dolor abdominal, falta de aire, sudor frío, fatiga y aturdimiento o mareos repentinos.
Sin embargo, no todos los pacientes de ataques cardiacos padecen los mismos síntomas o son igual de graves, pues hay quienes tienen un dolor leve, mientras que otras sufren un dolor más intenso.
Así mismo, están aquellos que ni siquiera presentan síntomas, por lo que la primera señal puede ser un paro cardiaco repentino, aunque esto no debe ser motivo para no estar alerta.
La primera advertencia podría ser un dolor o una presión recurrente en el pecho que se desencadena con el esfuerzo y se alivia con el descanso. La angina de pecho es el resultado de un descenso temporal del flujo sanguíneo hacia el corazón.
¿Cómo prevenir un infarto y las enfermedades del corazón?
Las enfermedades cardiovasculares (ECV), entre otros padecimientos como el cáncer, la diabetes y las enfermedades pulmonares crónicas, son la principal causa de muerte en el mundo, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud (INS).
Entre las principales causas que ocasionan la muerte por una enfermedad del corazón se incluye una dieta malsana, el tabaquismo, la inactividad física, el consumo de bebidas alcohólicas y la obesidad. Como se puede ver, la mayoría son cosas que se pueden prever y evitar.
De acuerdo con el servicio de información en línea de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medlineplus, hay una serie de cosas que una persona puede hacer para evitar una enfermedad cardiaca.
Hay condiciones de salud que son un factor de riesgo frente a estas enfermedades, una de ellas la hipertensión. Por esto se recomienda a los adultos monitorear al menos una vez al año la presión arterial, y con más frecuencia si ya se ha detectado que tiene presión arterial alta. Es importante controlar la presión arterial alta, con medicamentos si se requiere, o simplemente con los adecuados hábitos saludables.
Otro factor de la salud que aumenta el riesgo de complicaciones relacionadas al corazón es tener altos niveles de colesterol y triglicéridos, pues esto puede obstruir las arterias. Esta condición también puede ser tratada con medicamentos recetados por un profesional de la salud o controlados con cambios en el estilo de vida.
Estar en sobrepeso o condición de obesidad es otro factor de riesgo, pues estas condiciones están relacionadas con problemas, no solo de altos niveles de colesterol y triglicéridos, sino de presión arterial alta y diabetes.
De hecho, quienes padecen diabetes tienen el doble de riesgo de presentar una enfermedad cardiaca diabética, pues con el tiempo el alto nivel de azúcar en la sangre puede llegar a dañar los vasos sanguíneos y los nervios que controlan el corazón. Esta es otra enfermedad que con supervisión médica y buenos hábitos es posible mantener bajo control.
Algunas de las cosas que se puede hacer para evitar enfermedades del corazón, incluso un infarto, es llevar una alimentación adecuada, en la que se limite el consumo de grasas saturadas, azúcares agregados y alimentos con alto contenido de sodio. En lugar de esto, se debe optar por incluir en el plato más vegetales, frutas y productos lácteos con bajo contenido de grasa, así como cereales integrales, pescado, carne de ave y frutos secos.
Se sugiere hacer ejercicio con regularidad, para mejorar la circulación de la sangre y fortalecer el corazón. Incluir una rutina de entrenamiento puede ayudar a controlar algunos de los factores de riesgo mencionados como el sobrepeso, los niveles de colesterol y la presión arterial.
Otros hábitos que se deben eliminar o limitar son el consumo de alcohol y tabaco. Lo primero porque beber en exceso puede aumentar la presión arterial e influir en el aumento de peso, circunstancias que influyen en el riesgo de enfermedades coronarias. Por otro lado, fumar eleva la presión arterial, lo que conlleva un mayor riesgo de un ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.
Los expertos proponen que otra forma de prevenir las enfermedades del corazón es controlar el estrés, ya que está relacionado con estas afecciones de varias maneras, entre ellas que aumentar la presión arterial y hasta causar un infarto. Esto sin contar algunos malos hábitos que se adquieren para enfrentar el estrés, como comer de más, ingerir bebidas alcohólicas de más y fumar.