Con frecuencia las personas experimentan cansancio constante y no rinden al 100 por ciento en las actividades que realizan a diario.
Dicho agotamiento, en gran medida, se debe al estrés que se vive cada día, ya sea por las finanzas, el trabajo, los problemas familiares u otros factores.
Pero, esto se puede mejorar modificando los hábitos diarios, que son aquellas acciones que se hacen de manera repetitiva cada día. Entre ellos, vale la pena mencionar la alimentación y el ejercitarse físicamente, así como el hecho de dormir y tomar el tiempo necesario para descansar.
Por un lado, se pueden consumir alimentos denominados energéticos, que, de acuerdo con el portal Nestlé Mom and Me, son los que se necesitan para poder ejecutar las actividades físicas como caminar, correr o simplemente moverse. Esto, teniendo en cuenta que la energía del cuerpo viene del azúcar que tienen los alimentos que se consumen.
Por otra parte, el portal Túa Saúde explica que los alimentos ricos en almidón son energéticos también, entre los que se destacan los tubérculos y cereales, gracias a su gran aporte de carbohidratos, como “el centeno, la cebada, la avena, el maíz y el trigo. En el caso de los tubérculos podemos encontrar la papa, el camote, la arracacha, el yacón, el ñame, el ocumo, la yuca, el olluco y la chufa”.
Además de esto, se sugiere el consumo de frutas, dado que el azúcar de la fruta (fructosa) proporcionará energía al cuerpo. Dentro de este grupo de alimentos se resaltan: “plátano, fresas o frutillas, mandarinas, naranjas, melón, sandía, ciruelas, arándanos azules, frambuesas, cerezas, kiwi, pitahaya, manzanas, peras y durazno”.
En cuanto a la actividad física, Juan Alberto Ríos, médico especializado en medicina del deporte de Smart Fit, manifiesta que existen varios tipos de ejercicios altamente efectivos para mejorar el estrés y reducir la ansiedad. Es decir, mover el cuerpo no solamente ayuda al organismo, sino también a la salud mental. Entre esas actividades se destacan actividades como correr y nadar.
Sin embargo, hay otra actividad que resulta indispensable para recuperarse y tener energía en un día completo de actividades y es dormir. Se trata de un hábito al que muchas personas le restan atención e incluso se recortan las horas de sueño viendo televisión, el teléfono o las redes sociales.
Estas acciones no son beneficiosas para el cerebro, debido a que estudios han demostrado que “el sueño juega un rol de mantenimiento que elimina toxinas del cerebro que se almacenan mientras está despierto”, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de los Estados Unidos.
Dichos estudios destacan que la falta de sueño o mala calidad del mismo, puede hacer al organismo propenso a padecer enfermedades como diabetes, depresión y obesidad, o cardiovasculares como la tensión arterial alta.
En las primeras etapas del sueño “los músculos se relajan y la frecuencia respiratoria y cardiaca son más lentas; así como la actividad cerebral. Los ojos se mueven lentamente y el estado de alerta del organismo disminuye, aunque es posible despertarse ante estímulos fuertes”, de acuerdo con el portal de la Universidad Eafit, de Medellín.
Por su parte, Medline Plus destaca que cuando no se duerme lo suficiente, “el cerebro puede tener problemas para desempeñar funciones básicas. Puede tener problemas para concentrarse o recordar cosas. Puede tener mal humor y reaccionar de manera violenta con sus compañeros de trabajo o sus seres queridos”.
Es así como el buen sueño es necesario para que el organismo se recupere y pueda estar listo para una nueva jornada e incluso para el adecuado uso de la memoria.