El cortisol es una hormona producida por la capa fascicular de la corteza de la glándula suprarrenal en el cuerpo humano. Esta hormona se libera como respuesta al estrés y al bajo nivel de glucosa en la sangre.
La presencia del cortisol en el cuerpo produce varios efectos que en principio son positivos, por ejemplo permite incrementar el nivel de azúcar en la sangre cuando está bajo, ayuda al metabolismo de las grasas, proteínas y carbohidratos, controla los ciclos de sueño y vigilia, equilibra la sal del cuerpo, y la función más reconocida, eleva la energía para poder mantener el nivel de estrés en determinadas situaciones.
El problema es que el exceso de cortisol tiene efectos adversos en el cuerpo y por eso es indispensable mantener el nivel adecuadamente. En cantidades demasiado altas esos buenos efectos del cortisol no se verán reflejados en el cuerpo.
Reducir el cortisol
Debido a que esta hormona aumenta ante los niveles de estrés, es necesario reducir al máximo este proceso, para evitar esas subidas indeseadas.
“Cuando la subida del cortisol es debida al estrés, lo que se trata es la causa. No hay un fármaco para bajarlo, así que de lo que se trata es de reducir el estrés”, es lo que explica Camilo Silva, un especialista en Endocrinología y Nutrición y profesor en la Universidad de Navarra en España, consultado por el portal Consumer.
Hacer deporte
Por más que muchos médicos recomienden realizar deporte con frecuencia, es claro que es una herramienta útil para manejar el bienestar corporal en múltiples sentidos.
El deporte, cuando se realiza con frecuencia, es una herramienta excelente para manejar situaciones de estrés y ansiedad, así que incorporarlo en la rutina es una forma ideal de controlar los niveles de cortisol en el cuerpo.
Rutinas de sueño
Una rutina de sueño adecuada es fundamental para manejar un nivel de cortisol óptimo, las personas que tienen rutinas del sueño alteradas, que no duermen en promedio siete horas en la noche, tienden a mantener un grado de cortisol más alto en el cuerpo.
Alimetación adecuada
Hay distintas investigaciones científicas que vinculan el consumo de comidas rápidas y alimentos procesados con altos niveles de cortisol. En general, los alimentos de bajo valor nutricional con un alto contenido de azúcares y grasas están relacionados con niveles de la hormona elevados.
De acuerdo con el portal Consumer otro factor que es perjudicial es que los altos niveles de cortisol pueden alterar el sistema de recompensas del cerebro, causando que se consuma más comida. En el caso en que la persona ingiere más comidas rápidas, se consumo como se dijo antes, aumentará el del cortisol, creándose así un difícil círculo vicioso.
“Yo aconsejaría una dieta equilibrada, mediterránea, e insistiría en la forma de comer: despacio, con tranquilidad y en un ambiente relajado, sin engullir, porque eso retroalimenta el estrés”, indica el médico Silva, según recoge Consumer .