Con el paso del tiempo aparecen las arrugas, los signos de la edad, las manchas, la flacidez de la piel y la molesta papada. Esta última puede irse formando debajo del rostro con un aspecto tan abundante que muchas veces es llamada ‘el doble mentón’. Además, este es un problema muy común que no solamente se relaciona con el sobrepeso, sino también con cuestiones genéticas, la edad y algunos trastornos de salud, según el portal Mejor con Salud.

En contexto, la papada es un exceso de grasa situado debajo de la barbilla que generalmente le agrega años a las personas. La papada hace que el contorno oval se desdibuje convirtiéndose en un tema estético que puede aumentar con la vejez. “Con la edad, la piel del cuello se acaba descolgando y puede causar esta capa de grasa”, según el magazín MuySaludable de Sanitas.

Por fortuna existen algunos trucos caseros para minimizar su protuberancia y que con el tiempo se notarán los cambios. Entre los más populares recomendados por los expertos está la postura, la cual es muy importante para evitar que se genere esta grasa. El portal Salud180 recomienda mantener la cabeza erguida a la hora de caminar, así como cuando se está sentado, además, en el trabajo se debe acomodar el computador de tal manera que la pantalla quede a la altura de los ojos, evitando agachar la cabeza.

Ejercicios y remedios caseros para reducir la papada

Movilización de mandíbula

Un estudio realizado por la Universidad de Chile afirma que para reducir la papada se deben realizar cada día ejercicios con la propia mandíbula. Además, este hábito ayudará a combatir el bruxismo:

  • Abrir y cerrar la boca.
  • Mover la mandíbula de lado a lado.
  • Sacar la mandíbula mientras se lleva la barbilla hacia delante y volverla a su posición.
  • Realizar círculos hacia ambos lados.
  • Hacer todo tipo de muecas con la boca.

Movilización de cuello

El cuello y la papada se deben mantener siempre bien hidratados y realizar cada día algunos ejercicios o estiramientos para mantener el tono entre ellos:

  • Se pueden realizar tumbados, sentados o de pie. Lo importante es mover el cuello en todas las direcciones posibles. No obstante, se debe evitar llevar la cabeza demasiado hacia atrás.
  • Si están tumbados no tendrán este problema. Se deben hacer los movimientos poco a poco, con el objetivo de relajar y flexibilizar toda la musculatura.

Exfoliación y cepillado

Se debe adquirir el hábito de exfoliar esta parte del cuerpo por lo menos una vez por semana. Para esto se puede usar un producto específico o bien un peeling casero, como por ejemplo los posos del café, la sal, el azúcar o el bicarbonato de sodio.

  • Se debe usar un cepillo de cerdas naturales para masajear el cuello.
  • Hacer movimientos verticales durante un máximo de 1 minuto. Es mejor hacerlo antes de dormir, ya que la piel enrojecerá.

Hidratación con aceites

Se debe incluir el cuello y la papada en la rutina de hidratación para aportarle nutrientes muy beneficiosos y mejorar así su firmeza y elasticidad.

Ingredientes

  • ½ taza de almendra o de aceite de coco virgen extra (100 g). En concreto, el primero cuenta con propiedades antiinflamatorias muy interesantes, según afirman un estudio de la Universidad de Cambridge y una investigación de la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil).
  • 15 gotas de aceite esencial de pomelo
  • 5 gotas de aceite esencial de lavanda
  • 10 gotas de aceite esencial de rosa
  • Por su parte el aceite de pomelo ayuda a eliminar líquidos y quemar grasa, el de lavanda relaja y combate tensiones, y el de rosa aumenta la firmeza de la piel.

Preparación y aplicación

  • Mezclar todos los aceites y conservarlos en un frasco hermético.
  • Aplicarlo dos veces al día, al despertar y antes de ir a la cama.

Mandar besos al techo

  • En este ejercicio se inclina la cabeza hacia atrás y se mira al techo.
  • Este ejercicio se realiza con el gesto de darle un beso al techo, con mucha fuerza y de manera exagerada. Se repite diez veces el movimiento.