Tal y cómo se explica en el portal Medlineplus. El cuerpo absorbe y reemplaza constantemente el tejido óseo. La osteoporosis no permite que ese tejido nuevo que se creó sea suficiente para reemplazar al tejido que se eliminó. La mayoría de personas no presentan ningún síntoma hasta que sufren una fractura ósea. El tratamiento de esta enfermedad incluye medicamentos, una dieta saludable y equilibrada y realizar actividad física que incluya peso para evitar la pérdida de tejido óseo y fortalecer los huesos que se encuentra débiles.

Según el portal Healthline. Esta afección puede revertirse con terapias que pueden retrasar, mantener o e incluso aumentar la densidad ósea. El especialista puede recomendar algunos medicamentos que ayudan a tratar la pérdida de masa ósea e incluso algunos medicamentos ayudan a prevenir la enfermedad.

Otra forma de prevenir fracturas y otros síntomas de osteoporosis es: mantener una dieta nutritiva, realizar actividad física como mínimo tres veces a la semana durante 30 minutos continuos y usar suplementos vitamínicos. Una complicación grave de la osteoporosis es la fractura de algún hueso que puede provocar: dolor crónico, movilidad limitada y pérdida de la independencia.

Con ayuda de los medicamentos y modificando el estilo de vida es posible evitar que ocurra una mayor pérdida ósea. | Foto: Getty Images

La osteoporosis puede tener diferentes grados de afección. El médico tratante determinará en qué estado se encuentra la pérdida de densidad ósea. Detectar la enfermedad a tiempo puede prevenir que esta empeore. No es posible revertir la pérdida ósea por cuenta propia, pero hay muchas formas de detener la pérdida. Si se es diagnosticado con esta enfermedad o se tiene riesgo de desarrollarla, el médico tratante puede recomendar ciertos medicamentos. El riesgo de padecer osteoporosis puede aumentar debido a: la edad, afecciones de salud previas y uso de ciertos medicamentos.

Los medicamentos buscan evitar que la afección empeore y reducen el riesgo de padecer de una fractura de huesos. Dos tipos de fármacos pueden ayudar a tratar la enfermedad:

1. Medicamentos antirresortivos: estos retrasan la descomposición de la densidad ósea. Se pueden tomar en forma de tabletas orales, aerosoles nasales, inyecciones y administraciones intravenosas. Los medicamentos que se recetan con mayor frecuencia son los bisfosfonatos como el alendronato, el risedronato y el ácido zoledrónico. Otras opciones son los medicamentos similares al estrógeno, como el denosumab y la calcitonina.

Es importante mantener una dieta rica en nutrientes que permita fortalecer los huesos. Por lo que es importante consumir: frutas, vegetales, productos lácteos bajos en grasa y proteínas. | Foto: Getty Images

2. Anabólicos. Ayudan a generar más hueso del que se está perdiendo. Estos contribuyen a reconstruir la densidad ósea. Solo están disponibles en inyecciones. Incluyen la hormona paratiroidea (PTH), la proteína relacionada con la hormona paratiroidea (PTHrP) y el romosozumab-aqqg.

Con ayuda de los medicamentos y modificando el estilo de vida es posible evitar que ocurra una mayor pérdida ósea. Es importante mantener una dieta rica en nutrientes que permita fortalecer los huesos. Por lo que es importante consumir: frutas, vegetales, productos lácteos bajos en grasa y proteínas.

Hay algunos cosas que es mejor evitar: el alcohol, fumar, comer alimentos poco saludables, la cafeína y las bebidas con un alto contenido de azúcar.

Se pueden incorporar algunas vitaminas y minerales en la dieta para una buena salud ósea:

Calcio: el calcio es un mineral importante para la salud ósea. Los productos lácteos y vegetales de hojas verdes oscuras son buenas fuentes de calcio. Sin embargo, demasiado calcio también puede ser contraproducente. Por eso es mejor consultar con el médico para implementar una dieta que contenga el calcio necesario para cada caso. También es importante revisar las etiquetas de los alimentos para determinar cuánto calcio hay en cada porción.

Vitamina D: esta vitamina ayuda al cuerpo a procesar el calcio. Los pescados con elevado contenido de grasa buena, como el atún y el salmón, contienen esta vitamina. Otros alimentos como la leche y el jugo de naranja pueden estar dotados con este nutriente. La vitamina D se puede obtener estando bajo al sol, con los cuidados necesarios para no exponer la piel a los rayos ultravioleta.