El aumento de peso involuntario puede ser causado por distintos factores, entre ellos los cambios hormonales que ocasiones enfermedades como el hipotiroidismo, el síndrome de Cushing, la falta de la hormona del crecimiento o la enfermedad de Addison, producida por la falta de cortisol ante un daño en las glándulas suprarrenales por causas autoinmunes.
El Instituto Médico Europeo de Obesidad explica que “los desequilibrios hormonales están muy ligados al sobrepeso y la obesidad. Unas veces, porque son la causa y otras la consecuencia. Es decir, cuando una persona llega a un sobrepeso considerable, los sistemas hormonales se alteran y ya no es posible perder peso con dieta y ejercicio”.
En ese sentido, las hormonas que aumenta el peso son las hormonas tiroideas, el estrógeno (mujeres), la testosterona (hombres), la leptina, la ghrelina, la insulina y el cortisol. Para controlar el impacto de estas hormonas en el organismo, la revista Mejor con Salud da conocer cinco consejos para regularlas de forma natural:
- Hormonas tiroideas: Cuando se padece de hipotiroidismo, las hormonas tiroxina y la triyodotironina dejan de segregarse de forma regular y se produce un déficit. De modo que esta alteración hace que se pierda menos calorías, se suba de peso, la piel se reseque y que el cabello se vuelva frágil. Para solucionar esto, es importante introducir en la dieta ingredientes que acompañen los alimentos, como el aceite de coco extra virgen, de linaza y de almendras, nueces, algas (nori, kombu, espirulina, etc.) e infusión de pasiflora.
- Insulina: La resistencia a la insulina se puede generar por factores como el estrés, una alimentación incorrecta de forma continuada, el sobrepeso o el insomnio. Por ello, lo ideal es aumenta el consumo de fibra, dejar a un lado el azúcar, tomar infusiones de jengibre y consumir fresas y los arándanos después de las comidas principales.
- La ghrelina: Esta hormona es la encargada de segregar el aparato digestivo para regular el apetito. Si se mantiene una alimentación rica en grasas saturadas y azúcares, la ghrelina se altera y el organismo tarda más tiempo en sentirse saciado. Para regularla, el fundamental consumir alimentos ricos en proteínas como los huevos, almendras, salmón, pechuga de pavo, lentejas y semillas de girasol.
- Cortisol: Se conoce como la hormona del estrés, por lo que a mayor nivel de cortisol en sangre, mayor es el riesgo de subir de peso. De modo que los pacientes que tienen un mayor nivel de estrés y ansiedad suelen sentir un mayor deseo de consumir carbohidratos. Para combatir los altos niveles de cortisol se deben consumir alimentos como el plátano, desayunar avena por las mañanas, dormir entre 7 y 8 horas diarias y salir a caminar media hora todos los días.
- Hormona femenina (estrógeno): El síndrome premenstrual y la menopausia hacen que la hormona del bienestar, es decir, la serotonina, se vea alterada y provoque sudoraciones, sofocos, insomnio y aumento de peso. Con ello, lo ideal es ingiere alcachofas y el agua resultante de la cocción junto con un poco de jugo de limón, consumir frutas como la pera y la sandía, o preparar ensaladas frías de legumbres.