Tener una buena circulación de la sangre es indispensable para la vida, pues de ello depende que se transporte el oxígeno necesario para todo el organismo.

Teniendo en cuenta consideraciones de la organización Kidshealth, la circulación de la sangre no solo se caracteriza por el transporte de oxígeno, también lleva “nutrientes y hormonas a las células y elimina los productos de desecho, como el dióxido de carbono”.

Sin embargo, factores como la edad, alimentación, malos hábitos, genética, entre otros, pueden trucar la correcta circulación. Esta se puede ver afectada en todo el cuerpo o en zonas específicas como las extremidades inferiores (piernas y pies).

Las extremidades inferiores son de las más utilizadas en el día a día, ya que son las que le permiten moverse al cuerpo de un lado al otro, además, son las que aguantan la mayor cantidad de peso. Por lo tanto, se debe procurar cuidar y mitigar la mala circulación de la sangre en esta parte.

Es importante hidratar las piernas para mejorar su apariencia. | Foto: Getty Images

¿Por qué se produce la mala circulación en las piernas y pies?

De acuerdo con el blog Podoactiva, el flujo sanguíneo en las piernas y pies se puede deber a factores como el estrés, la herencia por antecedentes familiares de ateroesclerosis (endurecimiento de las arterias), sobrepeso u obesidad, colesterol alta, presión arterial alta, tabaquismo, consumo de alcohol, alimentación alta en grasas saturadas o sedentarismo.

“Una mala circulación sanguínea afecta a nuestros pies y piernas mucho antes de que aparezcan las primeras señales visibles. El cansancio excesivo, el dolor en las extremidades o los pinchazos pueden ser los primeros síntomas”, añade el citado escenario digital.

Así las cosas, existen varias alternativas naturales para mejorar o mitigar la mala circulación de la sangre en las extremidades inferiores; entre las más populares figura la del remojo en agua.

La mala circulación de la sangre puede convertirse en un signo grave para la vida de las personas. | Foto: Getty Images

Remojo de las piernas y los pies

Según el portal Valida, el agua, al ser el líquido de vida, actúa favorablemente de manera interna y externa en el organismo. Por ende, se recomienda remojar con agua los pies y las piernas en pro de la circulación de la sangre.

“El agua fría puede activar nuestra circulación sanguínea y relajar nuestros músculos. Por ello, es importante sobre todo cuando acabamos de realizar deporte”, comparte el citado portal web.

Por su parte, la Clínica Vasculine de España da a conocer que, en términos generales, la duchas con agua fría tienen la capacidad de mejorar la circulación. La razón de esto es porque esta temperatura provoca vasoconstricción, la cual aumenta la presión de la sangre sobre las paredes de las piernas.

¿Cómo remojar las piernas y los pies?

La misma institución, Clínica Vasculine, dice que pese a que la recomendación para el baño es con agua fría, se aconseja hacer una combinación de duchas frías y calientes para la circulación de las piernas y los pies.

Lo anterior porque mientras que el agua fría provoca que los vasos sanguíneos se encojan, la caliente los dilatan. Entonces, esto aporta que las venas permanezcan en contante movimiento y elasticidad.

Como si fuese poco, los conocedores del tema precisan que la alternancia del remojo en agua fría y caliente para las extremidades inferiores del cuerpo no solo aporta beneficios circulatorios, sino que a ello también se suma la tonificación de la piel y las mejoras en el sistema inmunitario.

“Es importante saber que los baños de contraste están contraindicados en algunos casos donde el problema de insuficiencia venosa es grave”, de modo que se recomienda consultar con médicos especialistas.

Para la circulación, se recomienda efectuar baños de alternancia en las piernas y los pies. | Foto: Getty Images

Antes de terminar, el blog Tratamiento varices Girona, comparte que el agua fría sirve para tratar la varices, gracias al efecto de bombeo que produce y reduce la inflamación.

En resumen, si no se remojan las piernas y pies con alternancia de temperatura fría y caliente, se aconseja hacerlo especialmente con agua fría.