La Organización Mundial de la Salud (OMS) reseña que en 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. Para ese momento, ese grupo de población habrá subido de 1.000 millones de personas registradas en 2020 a 1.400 millones.
“En el año 2050, la población mundial de personas en esa franja de edad se habrá duplicado (2.100 millones). Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones”, reseña el organismo.
La OMS explica que, desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es “el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte”. Aclara que los cambios en mención no son lineales ni uniformes, “y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa”.
Es preciso decir que el envejecimiento no solo atiende a las arrugas, líneas de expresión o manchas de la edad que empiezan a aparecer conforme al paso de los años, sino que también tiene que ver con los cambios que tiene el organismo a nivel interno. Al respecto, la máxima autoridad de la salud indica que entre las afecciones más comunes de la vejez están “la pérdida de audición, las cataratas y los errores de refracción, los dolores de espalda y cuello, la osteoartritis, las neumopatías obstructivas crónicas, la diabetes, la depresión y la demencia. Es más, a medida que se envejece aumenta la probabilidad de experimentar varias afecciones al mismo tiempo”.
En razón a lo anterior, Mayo Clinic reseña cuáles son los cambios que sufre el organismo con el paso de los años y cuáles son las medidas que pueden tomar las personas para mejorar su condición.
En primer lugar, menciona los cambios que sufre el aparato cardiovascular. Explica que el más común es “la rigidez de los vasos sanguíneos y las arterias, lo que hace que el corazón se esfuerce más para bombear sangre a través de ellos. Los músculos del corazón cambian para ajustarse a la mayor carga de trabajo. La frecuencia cardíaca en reposo permanecerá más o menos igual, pero no aumentará durante las actividades tanto como antes”. De acuerdo con la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los cambios en mención aumentan el riesgo de sufrir de hipertensión y otros problemas cardiovasculares.
Para mejorar la salud del corazón recomienda incorporar la actividad física a la rutina diaria, seguir una dieta saludable, no fumar, controlar el estrés y dormir lo suficiente.
Los huesos, las articulaciones y los músculos también se empiezan a afectar con el envejecimiento. Los huesos se vuelven más débiles y susceptibles a las fracturas, mientras que los músculos tienden a perder fuerza, resistencia y flexibilidad. Para promover la salud de estas partes del cuerpo, Mayo Clinic recomienda consumir cantidades adecuadas de calcio, obtener las cantidades adecuadas de vitamina D, incorporar la actividad física a la rutina diaria y evitar el abuso de sustancias como el tabaco y el alcohol.
En lo que respecta al aparato digestivo, la entidad explica que “los cambios estructurales en el intestino grueso relacionados con la edad pueden provocar más estreñimiento en los adultos mayores”. Para prevenir esta afección sugiere seguir una dieta saludable, incorporar la actividad física a la rutina diaria y no ignorar las ganas de ir al baño.
Sobre la vejiga y las vías urinarias, la entidad explica que la vejiga puede volverse menos elástica a medida que pasan los años, lo que provoca la necesidad de orinar con más frecuencia. “El debilitamiento de los músculos de la vejiga y del suelo pélvico puede dificultar el vaciado completo o hacer que se pierda el control de la vejiga (incontinencia urinaria). En los hombres, si la próstata está agrandada o inflamada también puede causar dificultad para vaciar la vejiga y la incontinencia”, dice.
En ese sentido, para promover la salud de la vejiga y del tracto urinario sugiere ir al baño regularmente, mantener un peso saludable, no fumar, realizar los ejercicios de Kegel, evitar los irritantes de la vejiga y el estreñimiento. “Come más fibra y toma otras medidas para evitar el estreñimiento, que puede empeorar la incontinencia”, reseña.
La memoria y las habilidades de pensamiento también se pueden ver afectadas con la edad, a las personas se les pueden olvidar algunos nombres o palabras familiares, o pueden tener más dificultades para realizar varias tareas a la vez. Por lo anterior, Mayo Clinic sugiere tomar las siguientes medidas para promover la salud cognitiva: incorporar la actividad física a la rutina diaria, seguir una dieta saludable, mantenerse activo mentalmente, ser sociable, tratar las enfermedades cardiovasculares y dejar de fumar.
Respecto al deterioro que pueden sufrir los ojos, los oídos y los dientes con el envejecimiento, la entidad recomienda programar chequeos regulares con cada una de las especialidades médicas y hacer un uso correcto de las gafas o el audífono que haya recomendado el galeno para el caso de la vista o la audición, así como el correcto lavado de los dientes y el uso del hilo dental en el caso de los dientes.