Cuando los perros están enfermos, a menudo lo indican a través de cambios en su comportamiento y apetito.

Por ello, observar cualquier alteración en estos aspectos puede ayudar a detectar posibles enfermedades tempranas.

Cambios en el comportamiento y el apetito

Cambios en el apetito: El apetito de un perro puede verse afectado cuando está enfermo y hay que prestar atención a si el perro muestra una disminución en su apetito habitual o si rechaza por completo la comida. También puede darse el caso contrario, donde el perro muestra un aumento desmesurado de apetito, lo cual podría ser indicativo de ciertos trastornos metabólicos.

Alteraciones en el comportamiento: Los perros suelen ser animales juguetones y enérgicos. Si se nota que el perro muestra una falta de interés en actividades que antes disfrutaba, está más retraído o presenta cambios en su nivel de actividad, esto podría ser una señal de enfermedad. Otros comportamientos anormales podrían incluir agresividad, letargo excesivo o nerviosismo sin razón aparente.

Tener un perro como mascota puede ayudar a crear un fuerte vínculo emocional. | Foto: Getty Images

Síntomas físicos y cambios en la apariencia

Además de los cambios en el comportamiento y el apetito, hay una serie de síntomas físicos y cambios en la apariencia que pueden indicar que el perro está enfermo:

Problemas gastrointestinales: Si el perro presenta vómitos frecuentes, diarrea persistente o cambios en la consistencia de las heces, es importante que consultar a un veterinario. Estos síntomas pueden ser indicativos de infecciones, parásitos intestinales o problemas digestivos más graves.

Dificultad respiratoria: Hay que observar si el perro tiene problemas para respirar, como respiración rápida o dificultad para respirar profundamente. Esto podría ser un signo de problemas respiratorios, enfermedades cardíacas o infecciones pulmonares.

Cambios en la piel y el pelaje: La piel y el pelaje de un perro pueden revelar mucho sobre su salud, y es importante prestar atención a la aparición de erupciones cutáneas, enrojecimiento, costras, pérdida de pelo excesiva o cambios en la textura del pelaje. Estos síntomas podrían indicar alergias, infecciones o problemas dermatológicos.

Los perros son animales sociales por naturaleza. | Foto: Getty Images

Señales de malestar físico y emocional

Cuando un perro está enfermo, es posible que muestre señales evidentes de malestar físico y emocional:

Cojera y dificultad para moverse: Si el perro manifiesta cojera repentina o muestra dificultad para moverse, podría estar experimentando dolor en las articulaciones o en los músculos. Esto podría ser un indicio de artritis, lesiones o enfermedades óseas.

Cambios en la micción: Observar si el perro orina con mayor o menor frecuencia de lo habitual, si tiene dificultades para orinar o si muestra sangre en la orina. Estos síntomas pueden ser indicativos de infecciones urinarias, cálculos renales u otros problemas del tracto urinario.

Estado emocional alterado: Los perros también pueden experimentar cambios en su estado emocional cuando están enfermos. Si el perro muestra signos de depresión, ansiedad o irritabilidad inexplicables, es importante prestar atención a estos cambios y buscar asistencia veterinaria para descartar posibles problemas de salud subyacentes.

Importancia de los perros como mascotas

  • Beneficios para la salud: La presencia de un perro en el hogar ha demostrado tener beneficios para la salud física y mental de las personas. Está comprobado que acariciar a un perro puede reducir la presión arterial, disminuir el estrés y aumentar la producción de endorfinas, lo que mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar.
  • Actividad física: Tener un perro implica realizar actividades al aire libre, como pasear, correr o jugar, lo cual promueve un estilo de vida activo. Los perros necesitan ejercicio regular, lo que también nos motiva a mantenernos en movimiento y mejorar nuestra condición física.
  • Seguridad y protección: Los perros son excelentes compañeros de seguridad. Su agudo sentido del oído y olfato les permite detectar sonidos o olores inusuales, lo que los convierte en buenos guardianes del hogar. Muchas razas también tienen instintos protectores y pueden actuar como disuasivos contra posibles intrusos.
  • Terapia y asistencia: Los perros se utilizan cada vez más en terapias y programas de asistencia. En el ámbito de la salud, se ha demostrado que interactuar con perros puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la recuperación de enfermedades y proporcionar apoyo emocional a personas con discapacidades o enfermedades crónicas.
La presencia de perros en el hogar tiene beneficios para la salud física y mental de las personas. | Foto: Getty Images / supersizer

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado en Semana